martes, enero 29, 2008

Cuaderno 29 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Antes que aquellos que emprendieron la gran gesta de tolerar el mestizaje, previamente a que la convivencia entre pueblos y razas se convirtiese en una utopía a perseguir…cualquier lobo de mar ha experimentado en sus propias carnes, que son las de su tripulación, la riqueza que aporta la unión de culturas…
[RÁFAGA]
Hoy volvemos a poner rumbo a ella, pero damos un viraje de 180 grados y cambiamos la hoja de ruta marcada para este tipo de singladuras.
Navegamos al epicentro de lo que muchos consideran un problema, cuando en realidad se trata de una GRAN falta de comunicación fácil de solucionar…y sin tener que hacer escala en ninguna academia de idiomas…
[RÁFAGA]
La procelosa mar de las ondas hertzianas nos arropa en este vagar errante que es el de todo aquel que sabe que tiene que remar para sobrevivir, pero no pone rumbo fijo a nada, sus coordenadas futuras sólo contemplan una dársena que le resguarde para hacer la noche…
[RÁFAGA]
Seguimos navegando, hay constantes que se repiten en el espacio y el tiempo…el mismo soniquete, las mismas imágenes y paradójicamente en un mundo en el que se busca la igualdad de la diferencia…pero lo distinto será lo que marque un punto de inflexión en este periplo manido…lo que vaya a contracorriente en busca del lugar en el que todos tengamos la libertad para hacer lo que queramos, vengamos de donde vengamos, un lugar, como nuestra anhelada Ciudad Invisible…

FUNDIR CON SINTONÍA CON SOL MESTIZO

lunes, enero 21, 2008

Cuaderno 21 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Sudamos tinta de calamar, se aventuran jornadas donde la escasez de tripulación puede mermar nuestras energías…es así y punto. Ni a parte ni seguido…es el final de una exclamación categórica que muestra una realidad todavía, lejana a la utopía…
[RÁFAGA]
Aún así levamos anclas y zarpamos rumbo a ella…y como somos un tanto bruscos, al poco olvidamos nuestras carencias y hacemos acopio de fuerzas para desempeñar nuestra labor como siempre…
Al mal tiempo peor cara, cara de perro, cuanto más rudos parezcamos menos tipos querrán enfrentarse a nosotros…porque hoy nuestro periplo está impregnado de cierto aire chulesco acorde con la realidad por la que navegamos. Nosotros siempre intentamos hacer un retrato “hiperrealista” del panorama que nos rodea y en esta jornada ponemos los puntos sobre las “ies” a todo aquel que quiera dibujar el espacio-tiempo a su antojo…
[RÁFAGA]
La procelosa mar de las ondas hertzianas traza el camino a seguir, hoy son cuadros inconexos, mapas a gran escala de una ruta que nos lleva a la quimera, sin embargo nuestra pesquisa se complica…nuevas pistas, pero todas ellas sin aparente relación más que ese deseo dionisiaco del gozo por el gozo, de disfrutar de la aventura, que es la vida misma…
Aunque en nuestro caso los lances son trabajo… Somos vigilantes, sabuesos de aguas confusas, nuestra labor es épica, y debemos sentirnos afortunados por ello….sin embargo a veces el realismo lleva al más explícito naturalismo y vemos cosas y nos adjudican casos, difíciles de llevar a cabo…
[RÁFAGA]
Seguimos navegando…, el azul tiñe el mundo de la noche y las estrellas alumbran nuestro camino…patrullamos en busca de las coordenadas que nos avisen de la existencia de nuestra querida y anhelada Ciudad Invisible…

FUNDIR CON SINTONÍA CON CUÑA

viernes, enero 11, 2008

Cuaderno 10 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Hoy la nave parece arremeter contra las olas con renovado brío. Como si conociese de antemano el destino al que hemos de arribar, cosa que no podría asegurar -me temo- ni el propio comandante de esta expedición… Buscamos la utopía, el no-lugar ideal en el espacio tiempo, pero en las cartas náuticas no asoma, ni siquiera como esas bestias míticas que habitaban el mar inexplorado…
[GROAAAARRRR]
Navegamos a tientas, o de oídas… Costeamos continentes como quien acaricia contornos con la mano, delicadamente. Con el deleite reverencial propio de los mitómanos, y el temor de los amantes arrobados que sufren y se atormentan con sólo imaginar la expulsión del Edén que han construido… ¿Alcanzar la quimera? Hay quien tiembla de espanto si lo piensa. Hay quien pretende conservar incólume la pompa en la que vive; la burbuja en la cuál flota al albur de los vientos… Yo no tengo semejantes problemas, pues soy un descreído. Cuando era joven y vulnerable llegué a asociar conceptos automáticamente. Para mí, crecido en los 80 del Madrid de extrarradio y del “esto no es Hawai, que guay”, quedó claro bien pronto que Paraíso, lo que es Paraíso, siempre será Para ti… y está enclavado en largas pestañas como hojas de palmera, y en pieles bronceadas cerca de el lago azul…
[POP]
Seguimos navegando; por los mares del Sur bajo una enorme Luna de miel anaranjada… es curiosa la paz que siento dentro… la calma que ha arropado estas ensoñaciones… Quizás ya estoy de vuelta, como los abducidos que no recuerdan nada, de las amables dársenas de la Ciudad Invisible.

FUNDE CON VOLTERETA

Cuaderno 9 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Pocas cosas hay más excitantes en esta aventura que los encuentros en la Procelosa Mar de las Ondas Hertzianas... En el espacio tiempo que habitamos no somos sino espectros despojados de carne, pecios a la deriva de la vida mundana, intenciones de ir aún más allá… por eso cada vez que nos cruzamos con algún otro navío la moral de la marinería parece recibir una transfusión de ánimo; como si ver frente a frente a otros exploradores del éter del sonido alimentase el alma con el recuerdo de lo humano.
[RAFAGA IMPERIAL]
Hoy hemos avistado, entre olas imperiales, la expedición británica a la Ciudad Invisible. La conformaban muy diversos personajes, aunque no todos vivos… Al menos no lo estaban aquellos a quienes pude reconocer… Allí, en el puente de mando, estaba el ectoplasma de Sir Ernest Shackleton, quien nunca se rindió derrota tras derrota. “Mejor un burro vivo que un león muerto”, dicen que dijo Shackleton tras fracasar en su intento de llegar al Polo Sur. Una quimera blanca, una Moby Dick de hielo y nieve que también arrebató la vida al capitán Scott para que después Mecano le dedicase una canción… Pero también pude ver, juntos por la cubierta del barco fantasmal, a los viejos corsarios John Davis, Francis Drake y Richard Hawkins, que intuyeron las Malvinas en los delirios propios de los atracones de oro de los galeones españoles… Y allí estaba el capitán Cook, James Cook, como recién muerto en los mares del sur; con una horrible camisa hawaiana, y George Vancouver, quien junto con los españoles Bodega y Cuadra bautizó una isla que, a la larga, se quedó con el nombre del inglés, menos comprometedor… En fin, que estaban todos, pero tan abstraídos que no sé si nos vieron; nos miraban pasar como el que oye llover…
[SINESTESIA]
La flema británica parece haberse hecho con esta nave errante en esta singladura… todo está pegajoso… Así queda anotado en el diario de a bordo para que se hagan cargo las brigadas de limpieza. Nosotros, burros vivos, seguimos navegando a todo trapo de camino a las dársenas amables de La Ciudad Invisible.

FUNDE EL MASTER CON EL COMMANDER

Cuaderno 7 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Surcamos la Procelosa Mar de las Ondas Hertzianas siguiendo el protocolo habitual para las tempestades, es decir, agarrándonos a lo que podemos mientras nos bamboleamos por la cubierta como una horda de dos marineros borrachos. El éter del sonido se revuelve en espasmos, y nosotros nos afanamos como hormiguitas atareadas en llegar a un destino incierto, la Utopía. Como si los dados se obstinasen en mostrar siete puntos tras haber sido agitados en el cubilete, violentados y revueltos por una misteriosa mano, y lanzados sin brújula sobre el tapete verde. Verde marino oscuro, casi negro.
[UNA RULETA AL FONDO, A MANO IZQUIERDA]
Como exige el género, esta sala de juego clandestina se ve sumergida en el humo, quizás la propia niebla que anida en la memoria, o puede que esa angustia asfixiante que hace aguantar la respiración: el miedo se traspira... las apuestas son fuertes y el anonimato es el único seguro de vida... las voces son los rostros y el resto sólo prótesis con las que se construyen personajes. Siempre replicantes... En la escena la fortuna se baraja, se corta, se parte, se reparte y se lleva la mejor parte... Todo parece escrito de antemano, incluso que tú tengas escondido en la manga un as de corazones. Una corazonada, si prefieres.
[PÁLPITO]
La siguiente viñeta parece un cuadro abstracto: el horizonte parte el ensueño por medio, y nace un más allá de tinta aguada al que ponerle proa. Leyendo entre líneas las cartas marinas seguimos navegando en gris y negro… quién sabe si en la siguiente página se nos desvelarán las amables dársenas de la Ciudad Invisible.

PASA DE PÁGINA

Cuaderno 4 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Me encuentro mirando la brújula hipnotizado por el temblequeo indeciso de su aguja… señala el norte de manera difusa, como temerosa de que sus indicaciones pudiesen dar al traste con esta nave y con el destino que esta tripulación persigue en cada singladura: la Utopía… No entiendo sus temores… al fin y al cabo no le hacemos más caso que a los augurios alcohólicos de los viejos marinos. El margen de confianza es tan estrecho como el rabillo del ojo. La tenemos presente, como a una vieja arpa, en el ángulo muerto; en el ángulo oscuro…
[TENSO SILENCIO DE PENUMBRA]
Quizás lo emocionante sea la mera presencia de la brújula en esta esfera sonora... Es el ojo de pez, la mirilla encantada que algún taxidermista injertó en el navío para mostrarnos siempre la vida disecada que dejamos atrás al embarcarnos… No es otra su labor, porque aquí el magnetismo lo tienen las personas; hay tantos nortes como desnortados y un evidente riesgo de locura flotando en el ambiente que amenaza a las mentes sistemáticas… No existen los patrones salvo aquel que señala la derrota a seguir desde el puente de mando; no hay un canon siquiera digital al que se ajuste la Procelosa Mar de las Ondas Hertzianas… No hay un número Pí sino un rumor de fondo… un pío pío que yo no he sío…
[MAELSTROM SONORO HASTA VACIARSE]
Alguien me vuelve a mí con un chasquido. Me llaman al orden sobre la cubierta… Veo que sí que hay engranajes, maquinarias de huesos, piel, madera, como esta nave errante… Seguimos navegando… en el confín opuesto del planeta una mariposa bate sus alas… y un poco más allá los vendavales barren los viejos barrios de extrarradio de La Ciudad Invisible.

FUNDE SINTONIA CON CUÑA

Cuaderno 3 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

La nave enfrenta el mascarón de proa con los caminos naturales del tiempo y el espacio. Vamos contracorriente anudados a la velocidad que nos impulsa, violentando las leyes que rigen esta esfera sonora porque queremos volver, aunque sea sólo por esta singladura, a ser tiernos infantes. De la mano del destino, como niños modosos nos dejamos llevar al espectáculo. Se abre el telón, la niebla se derrama sobre el foso de la orquesta ocultándola. A su leve contacto suena la música.
[TACHÁN]
Bienvenido a esta travesía si eres de los que buscan la quimera en los instantes mágicos. Tu mirada podrá poner a prueba su inocencia, su curiosidad, en este periplo por el éter del sonido… pero no te distraigas… concentra tu atención en las palabras que en este medio son las que levantan universos, carpas de circo o morgues de película… déjate seducir por su embrujo - que haberlo haylo-; deja que te cuenten un cuento, o que te lo silben, que hoy la música adelanta que es una barbaridad… Sea como fuere no sueltes nuestra mano y mírate en el vértigo que dejan los recuerdos. Amontona las emociones para, un poco más tarde, comentar la jugada en la penumbra… Jugaremos a ser el público asistente al mayor espectáculo del mundo. Lo haremos más difícil todavía. Lo haremos utopía.
[FANDARRIA CON REDOBLE ]
Seguimos navegando. Exploramos aquellas ilusiones. Al verlas desde la cubierta de este navío errante, expuestas al embate de las olas como silotes salvavidas, uno vuelve a albergar la esperanza de que aún nos puedan acercar al destino soñado. A las amables dársenas de la Ciudad Invisible.

FUNDE BIEN CON UNA DE PALOMITAS

Cuaderno 2 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Resulta complicado surcar la Procelosa Mar de las Ondas Hertzianas con la mirada puesta en el pasado. Es cierto -y estas bitácoras dan fe de ello- que hasta en las débiles espumas en las que se disuelve nuestra estela se nos muestran a veces los rastros a seguir, los hitos que señalan la ruta a la quimera; pero también recogen estos viejos cuadernos los despiadados arrecifes, las corrientes traidoras, las naves encalladas… derrotero o derrota significan lo mismo en esta loca carrera tras la utopía en permanente fuga.
[FIUUUUU]
Ahora que lo pienso, quizás esté en la fuga el secreto que nos une en esta nave errante. De entrada no hay quien se enrole en empresa tan temeraria, quien ponga en juego el físico y el psíquico, como aquel que huye a la desesperada de su presente o de un pasado tenaz que, más que perseguir, parece en ocasiones guiar los pasos del fugitivo… somos los escapistas del éter del sonido que aparecen de súbito entre el público tras haberse encerrado bajo siete candados y se aplauden a rabiar, o incluso, como hacía a menudo aquel marino armenio, vacían con gran jolgorio el cargador de su fusil de asalto contra el inabarcable firmamento… Esto es un sin dios, decía en una película el sargento de la guardia civil disparando al sol naciente de un amanecer poco ortodoxo. Nosotros, más pacíficos, vigilamos el ocaso; con cada heterodoxia se nos abre un camino por el que marear a todo trapo…
[FUIIIII]
Seguimos navegando… La niebla hoy no es tal, es un velo tras otro como en un gran telón de vaharadas… Se sugieren las formas movedizas en escala de grises y no hay palabras… Sólo un silencio habitado y vibrante como el que hay entre dos músicas… un eco de las dársenas amables de la Ciudad Invisible.

ECO