Cuaderno 26 de Julio

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Pocos marineros con sombrero de ala ancha navegan ya por esta procelosa mar de las ondas hertzianas. Puede que alguno que otro, lleve un clavel en la solapa, pero se cuentan con los dedos de las manos…, el espacio-tiempo corre raudo y feroz, y todo lo cambia…
[RÁFAGA]
Debemos de agradecer que nuestras singladuras transcurran a través del éter sonoro porque, a pesar de ciertos… yo no diría desatinos, sino “de-sa-fi-nos”, a pesar de ellos…, podemos dar una imagen completamente diferente a la que tenemos. La realidad la dibujamos como queremos que sea y no como en realidad es…
Si nos vieras, argonauta incansable y estoico, si nos llegaras a divisar tal y como somos, sólo sé que una extraña sensación te inundaría paradójicamente hasta dejarte vacío. Como vacío se queda este cuaderno sin la melodía que lo arropa
[SILENCIO]
Lo ves… Pero ¿hasta qué coordenada nos será posible virar, sin perder la esencia de lo que somos?
[Vuelve el aire]
Nuestro periplo en pos de la utopía nos lo tomamos muy en serio, es algo solemne, incluso épico…, pero también puede ser una singladura desenfadada, amable, ligera…, de esas que sirven para desengrasar con tanto heroicismo de epopeya clásica…
Nuestra nave errante da un giro en esta jornada a lo “cañí”, algo que puede elevarnos hasta las cotas más altas de lo sublime o hacernos naufragar hasta emponzoñarnos en la nada más absurda y cutre…
[RÁFAGA]
Seguimos navegando…, con una mano en el remo y la otra en el abanico, damos aire a esta travesía... que un día más persigue incansable, el paradero remoto de la anhelada Ciudad Invisible…

FUNDIE CON UNA VERSIÓN DE LOS MANOLOS CANTADA POR MADONA