martes, enero 31, 2006

Cuaderno 31 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Navegamos por el éter sonoro del espacio-tiempo. Ante nosotros se presenta una jornada de tanteo, de investigación sobre el terreno por el que mañana vamos a transitar.
Comienzan por tanto, los preparativos para iniciar un inusual y largo periplo. Sin embargo hoy es hoy… y cada día, por mucho que intentemos ser previsores, siempre aparece por sorpresa algún obstáculo con el que batallar.
[¡ YA KA! ]
Observo a mis compañeros en ese ir y venir, aparentemente descoordinado. Estudian mapas, hacen cálculos, leen pergaminos antiguos…pero sobretodo: callan. Su labor la desempeñan en un riguroso silencio. Están atentos a cualquier perturbación sonora que desfile por la borda.
He podido hacerme con el plan de ruta para estos días, y comprendo perfectamente tanta destreza anticipada.
Siempre son pocas las medidas a tomar en una aventura como la que mañana vamos a llevar a cabo.
[Ráfaga de suspense]
Para iniciar una exploración, sobretodo si se dibuja complicada, lo más inteligente es tener el mayor conocimiento sobre el territorio por el que se va a transitar. Por eso, mis compañeros observan minuciosamente cada detalle. Sus oídos están en alerta, andan a la caza de todos los tipos de sonidos que ahora vagan por la procelosa mar de las ondas hertzianas. Y aunque alguno le ha hecho falta ponerse el sonotone, creo que al final del día tendremos una larga muestra de distintos y ricos sonidos para su estudio.
[Ráfaga etiquetada y clasificada]
Seguimos navegando, estamos a punto de emprender una singular indagación, y aunque la gran batida espera a iniciarse con los primeros rayos de luz, no hay nada mejor que disfrutar con el comienzo de un viaje tan especial, aquel que nos transportará a la faz más audible de nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON RÁFAGA ABIERTA

lunes, enero 30, 2006

Cuaderno 30 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Vagamos por el espacio tiempo sorteando las sorpresas que nos ofrecen las corrientes turbulentas. Merodeamos las periferias de grandes naciones en guerra.
Tanteamos el terreno por el que navegamos. Lo hacemos con extremada delicadeza, evitando posibles tiros de gracia que nos impidan seguir en la búsqueda de nuestra quimera.
[Ristra de metralletas]
Ponemos rumbo a territorios perdidos en el vasto océano de la memoria. Lugares que emergen como islas, en medio de aguas de sobra removidas.
Viajamos conteniendo la respiración, todos nuestros instintos están en alerta. Navegamos esquivando trincheras y nos agazapamos en cualquier recoveco que nos oculte de todo este manto de disparos, bengalas y ruidos ensordecedores que ahora cubren nuestras cabezas.
[BABOOM]
Una vez evadidos de aquel triste y destructor paisaje, nuestra pesquisa continúa. Hay que anotar que la tripulación se ha relajado velozmente…, demasiado rápido diría yo…
El causante de esa calma espontánea debe ser ese brebaje caliente que ahora comparten los unos con los otros. Serenos, uno a uno se van pasando el recipiente que contiene el líquido misterioso…todos beben una especie de infusión con la misma pajita de madera, sin escrúpulo alguno…Puede que la mezcla de saliva sea lo que les haga estar tan flojitos…
[Ráfaga con aroma a mate]
Mientras, la procelosa mar de las ondas hertzianas nos guía por tierras porteñas, de ellas provienen los sonidos que aumentan la nostalgia y la melancolía dignas de todo marinero de aguas agridulces.
Nos desplazamos firmes, con pasos fuertes y secos, nuestros movimientos son rectos y decididos. Y a pesar de la aparente frialdad, la pasión guía cada deslizamiento a través de este paisaje. El mismo ímpetu con el que día tras día zarpamos en busca de nuestra querida Ciudad Invisible.


FUNDE CON UN BUEN TANGO

viernes, enero 27, 2006

Cuaderno 27 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Navegamos a través de la procelosa mar de las ondas hertzianas. Nuestro viaje cada día se convierte en una incógnita, sabemos cuales son los próximos puntos marcados en el mapa, pero desconocemos si llegaremos hasta ellos. O si en ese ir y venir, nos perderemos por los inescrutables caminos del espacio-tiempo. Y será otra marcha, distinta a la ideada...
[Turbulencias sonoras]
Un día más ponemos rumbo hacia la utopía. Es todo un rito esto de comenzar un nuevo periplo. Pocos minutos antes de zarpar, una típica impaciencia infantil corre por cada recoveco de nuestro cuerpo... ¿ Qué nos deparará esta nueva aventura?
¿ Seremos capaces de hacer frente a las adversidades? ¿ Será hoy benevolente la diosa fortuna?... Estas y más dudas nos acechan cada vez que empezamos a desplegar las velas. Pero también nos alientan, y nos alejan de la rancia rutina que se apodera del que carece de ilusión.
En cuanto a mí, como observadora del horizonte, me cosquillea el estómago, cada vez que pienso que hoy puede ser el día...
Sin embargo la experiencia me dice: espera...que ya veremos...
[Aire esclarecedor]
No miento, si digo que a más de uno de esta tripulación, alguna vez, le ha rondado por la cabeza esta idea: desembarcar, por fin en nuestra quimera y no volver nunca a subir a bordo de esta nave. Pero creo que ninguno de nosotros llegaría a cumplir tal intención. Nos gusta demasiado este trabajo. La libertad de movernos de un lado a otro, es ya una necesidad, un vicio que no podemos dejar.
Por mucho que allí, en lo etéreo, nos espere una vida llena de placeres y de sueños realizables, algo en nosotros quedaría desierto. Y al poco tiempo un ansia por ver nuevos mundos y disfrutar de nuevos lances, llegaría a roernos el alma....
[Viento frío]
Ahora mismo no sé a dónde vamos, ignoro cuáles son las coordenadas marcadas, sólo se que nos queda un largo camino por el que transitar. Al fondo un horizonte de posibilidades y en algún lugar de ese línea infinita, se encuentra nuestra bien inalcanzable Ciudad Invisible.

FUNDE CON ALGUNA MÚSICA DE LA QUE NO QUIERO ACORDARME

jueves, enero 26, 2006

Cuaderno 26 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Comenzamos una nueva jornada. El día se presenta duro y trabajoso, hoy navegamos… y navegamos… y navegamos por el éter sonoro del espacio- tiempo, sin descanso. Damos la vuelta al mundo en pocos minutos y a la velocidad de la luz. Y en este ir y venir no perdemos de vista nuestro fin último, nuestra utopía.
[Volando voy...]
Un periplo como el de hoy requiere que pongamos en práctica nuestros extensos conocimientos sobre el arte de la navegación. Recorrer tal vasto territorio en poco tiempo es complicado, pero nuestro afán de superación vence a cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino. Además el barlovento nos es propicio y azota bien fuerte las velas de esta nave, empujándola hacia el infinito…
Cuando nos movemos de esta manera, y no hay necesidad de remar, lo mejor es situarse en la cofa y sentir el aire fresco mientras se suceden los diferentes paisajes que nos acompañan en esta travesía
[Ráfaga refrescante]
Me gustan estos días, en los que la procelosa mar de las ondas hertzianas nos lleva por territorios poco explorados. Gracias a ella hacemos incursiones en mundos sonoros poco conocidos. Experimentamos con ellos y trazamos nuevas vías de comunicación entre estos lugares etéreos y las esferas más tangibles.
Una vez más, nuestro navío vuelve a ser precursor de intervenciones novedosas en ese amplio mapa delineado por los marineros de aguas agridulces, para hacer más fácil la búsqueda de lo intangible.
[Ráfaga arquitectónica]
Seguimos navegando, desde lo alto diviso el contorno devastado del horizonte. Tierras exóticas nos aguardan, para que hagamos escala en ellas y les devolvamos el esplendor que tenían hace apenas un año.
Mientras las horas de luz llegan a su fin y un día más hemos vuelto a contemplar varios atardeceres. Puede que algún día veamos uno, desde la dársena de nuestra soñada Ciudad Invisible

FUNDE CON GUÍA TURÍSTICA

miércoles, enero 25, 2006

Cuaderno 25 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Nuestro periplo de hoy no viene marcado por unas coordenadas exactas. Hemos decidido dejarnos arrastrar por las corrientes del espacio tiempo. Podremos optar por diferentes caminos, pero la decisión la tomará nuestro instinto de marineros de aguas agridulces, que habitualmente dista mucho de los pensamientos más razonables. Lo único que sabemos es que nuestro fin sigue siendo el mismo. Terminar este viaje desembarcando en nuestra quimera
[Ráfaga desorientativa]
Asciendo hasta la cofa con una sola intención, dejarme guiar porlo que perciba …y sólo observar aquello que me apetezca.
No es que nos hayamos vuelto unos bucaneros caprichosos,que han decidido no trabajar y ponen como excusa eso del “dejarse llevar por las emociones”… No es malo, de vez en cuando, intentar olvidarse de las reglas marcadas e innovar…De esta manera nacen ideas nuevas o incluso recordamos otras que dejamos atrás. Improvisando, redescubrimos conocimientos que habíamos tirado por la borda en beneficio del orden, la exactitud y la serenidad.
[¿?]
En esta jornada parece que la procelosa mar de las ondas hertzianas se ha puesto de acuerdo con nosotros, porque su aspecto es borroso, indefinido. No sabemos con qué nos va a sorprender… No logro advertir qué predomina en esa masa hertziana de colores, sonidos y luces.
Creo que antes de abandonar esta nave para siempre, debería guardar en una probeta una muestra de esta sustancia. Puede que tenga un valor incalculable para algún alquimista.
[Amasiho de sonidos en ebullición]
Seguimos navegando, y eso de alterar por un día el mandato establecido no está nada mal. En las transformaciones muchas veces encontramos el “quid” de lo que buscamos. Los cambios a consecuencia de un afán creativo pero a la vez meditado con anterioridad, dan lugar a descubrimientos importantes. Así que puede que esta sea la jornada en la que demos con nuestra querida Ciudad Invisible

FUNDE CON CAOS SONORO

martes, enero 24, 2006

Cuaderno 24 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Surcamos zonas suntuosas de la procelosa mar de las ondas hertzianas. Hoy quizá es más femenina que de costumbre. Así me lo sugieren las curvas que dibujan las olas, al chocar contra nuestro espolón. Y de esta manera, rompiendo las aguas como norma. Un día más, comenzamos una nueva aventura en busca de nuestra quimera.
[Salpicadura de espuma]
Nuestra nave atraviesa el espacio-tiempo impetuosa. Es una embarcación que resulta más llamativa cuando navega solitaria… por territorios envueltos por esta vasta mar.
Aunque también es cierto, que en este viaje en soledad, corremos el peligro de ser alcanzados por algún buque con bandera negra. Ya que, en estos momentos, todas las miradas procedentes más allá de 100 millas a babor y a estribor, sólo pueden recaer en nosotros.
El problema de ir sin compañía, es que nos arriesgamos a ser atacados sin tener protección alguna. Sólo nos podemos valer por nosotros mismos para ejecutar una digna defensa.
[Ráfaga protectora]
Menos mal que cruzamos tierras amigas en donde es extraño que nos topemos con marineros hostiles. Por eso, me distraigo por unos instantes de mis obligaciones como vigía y le doy vueltas a nuestro periplo… ¿Cuántas veces habremos navegado solos? Sin más compañía que el paisaje que se construye a medida que vamos avanzando…
Y cuántas veces se nos ha señalado ridiculizándonos por lo aparentemente absurdo que es nuestro último objetivo…
[Rubor absurdo]
Seguimos navegando, nuestra labor como marineros de aguas agridulces es diferente a otras que se llevan acabo en otros barcos. Pero no por ser distinta es inferior, ni fea, ni tonta. De hecho me gusta la singularidad. Pocos pueden decir que todos los días trabajan por encontrar su utopía, que es nuestra querida Ciudad Invisible

FUNDE CON ÓRIGINALIDAD

lunes, enero 23, 2006

Cuaderno 23 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Surcamos aguas un tanto diferentes, por eso en el periplo de hoy más que nunca, nos dejamos guiar por los sentidos. El más grande para nosotros, es el deseo que nos empuja, día tras día, a continuar en la búsqueda de la utopía.
[Ráfaga inaudible]
Ponemos rumbo hacia las ricas tierras de la superación.
Lugares donde la subsistencia es complicada por las circunstancias adversas que imperan en ellas… y en ciertas ocasiones, hasta hostiles, tanto, que pueden llegar a anular al individuo. Pero allí, sus habitantes se niegan a convertirse en ciudadanos etéreos. Por eso, y ya desde lo lejos, diviso señales de vida, que tienen como origen esos puertos. Llegan hasta mí en forma de susurros, o en dulces y sugerentes fragancias, e incluso si extiendo la palma de mi mano puedo llegar a diferenciar distintas texturas en el aire, que ahora mismo envuelve toda la cofa.
[Ráspa!!!]
Es curioso, a veces, para disfrutar de ciertos aromas en alta mar, o de la visión de exóticos paisajes, o recrearme con el tacto de un pergamino todavía sin estrenar, es necesario que cierre el paso, a tantas impresiones, y me concentre en un único sentir. Sólo así, puedo apreciar la grandeza que existe en las pequeñas cosas, y la suerte que tenemos, la gran mayoría, de poder vivir sumergirnos en cualquier esfera sensorial, sin discriminación alguna.
[Ráfaga visible]
Las coordenadas marcadas, para este periplo a través del espacio-tiempo, apuntan ahora a un horizonte sonoro, allí, la procelosa mar de las ondas hertzianas arrulla al marinero con diálogos y palabras dibujadas con aerosol. Para todo aquel que cruce esos parajes, un espectáculo multicolor le espera. Siempre y cuando sepa apreciarlo y tolerarlo.
[Ráfaga en spray]
Seguimos navegando, nos balanceamos suavemente por un mar de sensaciones. Con el sueño apacible que se agarra a nosotros cada comienzo de semana, una jornada más continuamos explorando nuevas dimensiones, que nos indiquen como oler, ver, oír, rozar e incluso saborear, nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON RÁFAGA MULTISENSORIAL

viernes, enero 20, 2006

Cuaderno 20 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Ponemos rumbo hacia los lugares en donde el éter sonoro se festeja, y es signo de alegría y buen humor. Nos dirigimos hacia latitudes más templadas, en las que pretendemos olvidarnos de nuestra afanosa labor por unos momentos, e imaginar que nos tropezamos ya, con nuestra anhelada utopía.
[Ráfaga ilusoria]
Puede que hoy, no sea difícil creer que nos hallamos en ese lugar intangible. Porque una vez más, hasta la cofa me llegan ecos de cálidas sinfonías, y desembocan murmullos apaciguados que me dicen, que nos situamos en un lugar del espacio-tiempo, cercano a lo audible.
A medida que transcurren los días, nuestros oídos de marineros de aguas agridulces se hacen más sensibles a los susurros, a los ruidos y a las cadencias que viajan cada día por la procelosa mar de las ondas hertzianas. Y yo diría que incluso son más exigentes Y por eso, aunque todavía nos ubicamos lejos de aquellas tierras sonoras, un cierto sentido armónico, me dice que quizás encontremos allí nuestro lugar soñado.
[Ráfaga a lo lejos]
Continuamos avanzando con las orejas bien puestas en aquellas esferas, que comienzan a perfilarse, aunque no para nuestros ojos. Los incomprensibles arrullos, ahora adquieren ritmo y un cierto significado, la palabra envuelve a cada una de las notas que componen las melodías, convirtiéndolas en pequeños fragmentos poéticos. Nos dejamos arrastrar por cada golpe musical y vocal, y la vista, queda en un segundo plano, empujada por la fuerza que hoy tiene el oído.
[Ráfaga ganadora]
Al compás de los vientos que incitan a nuestra nave a seguir navegando. Desde lo alto y aún con los párpados bien abiertos, sueño con escuchar la llamada de nuestra querida Ciudad Invisible

FUNDE CON SONIDOS INAUDIBLES

jueves, enero 19, 2006

Cuaderno 19 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Navegamos acompañados de los ritmos que nos regala cada día la procelosa mar de las ondas hertzianas. Vagamos por el vasto océano de las aguas sonoras, y en cada nota, en cada frecuencia, en cada cadencia, buscamos las señales que nos puedan conducir hasta nuestra quimera.
[Señales susurrantes]
Suaves vientos melódicos han comenzado a acariciar las velas, desplazándonos rumbo a territorios apacibles. Lugares que están enclavados en un determinado paraje del espacio-tiempo como punto de referencia.
Hasta allí nos movemos mientras una brisa llega hasta la cofa, y con ella, el aroma de esas esferas. Un aire con cierto regusto añejo, y que no desaparece fácilmente. Puede ser porque son muchos los que todavía lo invocan, ya que gracias a él recuerdan años anteriores, cuando vivían personas tiernas y capaces de participar en auténticas movidas.
[In memorian del alcalde]
Sin embargo en estos instantes soplan vientos modernos, que empujados por los del pasado, trazan nuevas coordenadas y nos conducen a los complicados arrecifes de la adaptación. Como un acordeón que se expande y se contrae, nuestra nave se amolda a las vigentes necesidades de navegación.
Las actuales corrientes por las que transitamos, parecen similares a las que jornada tras jornada atravesamos, pero estas nos conducen a tierras en donde los sonidos de nuestro borrascoso mar hertziano, se funden con pequeñas partículas electromagnéticas y digitales.
Navegamos ahora por el mundo en el que las voces descubren sus caras.
[Ráfaga visible]
Siempre con el agradable acompañamiento armónico de la música, seguimos en busca de lo etéreo. Un lugar que es probable que antes que divisarlo desde lo alto de este palo mayor, lo oigamos. Bonita forma sería de descubrir, por fin, nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON PAJARITOS

miércoles, enero 18, 2006

Cuaderno 18 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Guiados por un oráculo del pasado, navegamos por el espacio-tiempo en busca de nuestro ensueño. Iluminados por la fe absoluta de que algún día lo alcanzaremos. Una jornada más marcamos las coordenadas que señalan a la utopía.
[Ráfaga oratoria]
Puede que en muchas ocasiones nuestro deseo se convierta en una obsesión. Trabajamos y vivimos por un mismo fin,… que por ahora no acontece. Pero en él, depositamos todas nuestras esperanzas. Nuestra quimera nos aporta el aliento necesario para seguir batiéndonos con las dificultades que los distintos periplos entrañan. Convirtiendo cada viaje en una epopeya diaria.Quizás en esa ofuscación por alcanzarla, hay veces que tiramos por la borda todos los pensamientos y razonamientos que nos sugieren nuevas rutas de navegación para hallarla.
Nos obcecamos en que nuestra singladura es lo único válido y capaz de conducirnos al eterno puerto de nuestra ciudad anhelada.
[Aires tolerantes]
Como buenos marineros de aguas agridulces no perdemos de vista el manto celeste, ni de día, ni de noche. Y normalmente conseguimos abstraernos de cábalas y creencias, no probadas científicamente, para escrutar el futuro estado de la procelosa mar de las ondas hertzianas.
Pero a mí, me gusta tanto mirar el cielo desde la cofa y dejar que vuelen alto mis pensamientos, incluso imaginar que existe algo más allá de este globo terráqueo…
Espero no enfadar a próximos vigías que relean este cuaderno para indagar sobre el pasado, pero es que soy humana y de vez en cuando me gusta recapacitar sobre mi condición…
[Filosofando]
Continuamos sumidos en ese augurio que nos lleva por el camino de las artes oscuras. Entre las tinieblas de la superstición, y la poderosa magia del engaño, pretendemos conjurar hoy a todo poder sobrenatural para que nos señale el camino de nuestra adorada Ciudad Invisible

FUNDE CON SORTILEGIO

martes, enero 17, 2006

Cuaderno 17 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Tras la marejadilla a la que hemos tenido que hacer frente esta mañana…, y con algún tripulante menos, forzado a hacer una puntual escala, en tierras poco amables.
Nuestra nave inicia un nuevo periplo a través de la procelosa mar de las ondas hertzianas en busca de lo intangible.
[Ráfaga estabilizadora]
Navegamos por aguas internacionales, y cuando esto ocurre me siento como un lobo de mar sin patria…ilegal, que no tiene ningún salvoconducto que le vincule a ningún territorio.
Y divagación, tras divagación, me invade la angustia, de no pertenecer a ningún lugar…
No es que tenga quejas de lo cómoda que es esta nave, ni de mis compañeros, gran familia de bucaneros cariñosos… Pero sí que es cierto, que frecuentemente, en los puertos en los que desembarcamos, somos desconocidos para sus habitantes. Y perdida toda identidad, a veces no somos bien recibidos en las dársenas de alguna región y me entra complejo de ocupa “non grata”.
[Pucheros]
Desde lo alto del palo mayor oteo el horizonte, este es sin duda, el mejor sitio para contemplar los ocasos, que jornada tras jornada nunca dejan de sucederse. Según cual sea nuestra posición sobre las coordenadas del espacio-tiempo, este acto cotidiano, tan simple, puede ser una bendición…puede significar el fin de algo, o incluso el comienzo de hazañas sólo posibles bajo el influjo de la luna. Sólo dependiendo del punto de vista en que lo observemos, el crepúsculo nos dirá una cosa u otra. Y hoy a mí, me susurra que pronto arribaremos en un lugar en el que nos sentiremos como en casa.
[Calor hogareño]
Aunque parezca contradictorio, con lo escrito líneas anteriores, ponemos rumbo hacia tierra de nadie. Ese lugar fronterizo, todavía no descubierto, en donde la utopía se hace grande y visible. Allí, el ambiente cosmopolita, la expresión de “todo es de todos”, son realidades objetivas. Sin embargo, mientras seguimos navegando me doy cuenta de que eso es una visión subjetiva de nuestra querida Ciudad Invisible

FUNDE CON LENTES DE CONTACTO

lunes, enero 16, 2006

Cuaderno 16 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Rastreamos, los escasos brotes de calor, provenientes de una estrella menor. Viajamos a través de la procelosa mar de las ondas hertzianas, que hoy se torna opaca y oscura. Sólo nuestra nave, figura como un pequeño punto de luminosidad en medio de este vasto océano. Proyectando sombras en la misteriosa pantalla marina, ponemos rumbo hacia la utopía.
[Fundido en negro]
La escasa perspectiva en el horizonte me obliga, una vez más, a entretenerme observando a mis compañeros gracias a la penumbra y el anonimato, que me garantiza el estar en la cofa. Mi misión como vigía me sorprende en muchas ocasiones vigilándolos y estudiando su comportamiento. Cada jornada que transcurre, aprendo algo nuevo sobre ellos, sé cuales son sus motivaciones, sus reacciones ante las adversidades, sus miedos. Con un solo gesto, intuyo qué pueden estar pensando, y es difícil que algo se me escape y no pueda predecir sus acciones, incluso yo diría que hasta controlarlas… Vaya, menuda sensación de poder, me está invadiendo… en fin…voy a bajarme los humos con una rafaguita…
[Ráfaga de humildad]
Le doy vueltas a una idea que me ronda por la mente, y es que puede que el control sobre los individuos, no resida en un poder sobrenatural, sino en ser un buen observador y aprender a valorar cualquier detalle de la conducta de una persona. De esta manera y con algún que otro truco impactante, puedo sorprender a cualquiera de esta tripulación, adivinando cosas que creen que sólo saben ellos.
[Ráfaga picarona ]
Seguimos navegando, nos dirigimos hacia los espacios más etéreos del cosmos. Allí la fórmula del espacio-tiempo, no es válida para marcar coordenadas. Vagamos por lugares con muchas cualidades en potencia, pero que todavía no han sido desarrolladas. Zonas en construcción permanente y en movimiento continuo, sitios que no descansan ni de noche, ni de día. Condiciones similares, en las que se alzan los cimientos de nuestra querida Ciudad Invisible.,


FUNDE CON SONIDOS HIPNOTICOS

viernes, enero 13, 2006

Cuaderno 13 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Nuestra labor, es un viaje sin tregua por el espacio-tiempo, durante cada jornada recorremos cientos de miles de kilómetros con el fin de desembarcar en un único destino. Nuestra quimera se convierte en el lugar anhelado, el mismo con el que todo viajero sueña mientras atraviesa el mundo.
[Brújula sonora]
Es algo ya recurrente en las páginas de este cuaderno escribir, que somos marineros de aguas agridulces muy afortunados, sin embargo no me canso de plasmarlo. Gracias a este gran periplo a través de la procelosa mar de las ondas hertzianas, podemos conocer diferentes paisajes, tierras exóticas, culturas arcaicas, tiempos futuros y remotos…Y en todo esto nuestra nave se convierte en un referente esencial. Ya no es sólo un medio de transporte cuya utilidad reside en cargar con nosotros y trasladarnos de unas coordenadas a otras. Esta embarcación, que tan bien se adapta a las dificultades de cada una de nuestras travesías, se ha convertido en nuestro hogar. La cofa, para mí, es como una almohada blandita, en la que necesito apoyar mis pensamientos durante el trayecto.
[Cabezadita]
Somos trotamundos de lo etéreo, y a pesar de tener un objetivo muy claro, muchas veces nos surge la duda, de si realmente queremos alcanzarlo. Porque hacerlo, sería el fin de nuestros viajes, se terminarían nuestras aventuras, la tripulación se separaría y cada uno decidiría qué hacer en ese lugar, en el que este sueño concluiría.
[Ráfaga que nos frena]
Seguimos navegando, por ahora no hay tierra a la vista, creo que llevamos dando vueltas sin rumbo fijo, sólo por el placer de viajar y gozar con los pequeños placeres que conlleva nuestra especial excursión diaria.
Llegada la hora de finalizar este cuaderno por hoy, creo que ésta va a ser la primera vez en la que no voy a expresar el mismo deseo que día tras día imploro en este manuscrito. Hoy no quiero tocar, sólo quiero soñar con nuestra querida y lejana, espero que por mucho tiempo, Ciudad Invisible

FUNDE CON: "Ahora que vamos despacio...vamos a contra mentiras...tralala"

jueves, enero 12, 2006

Cuaderno 12 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

La ruta de hoy viene marcada por unas coordenadas no muy explícitas: Viajamos a un lugar que existe desde hace mucho tiempo, en un cosmos muy lejano. Pues ponte a buscar…
Nuestra nave surca las aguas de la procelosa mar de las ondas hertzianas arrastrada por una fuerza lóbrega… Y como no sepamos controlarla, podemos olvidarnos hasta de nuestra utopía.
[Ráfaga galáctica]
Viajamos a la velocidad de la luz por el túnel del espacio tiempo. Vamos y volvemos en escasos segundos, y mi labor me obliga, si antes no nos desintegramos..., a ir apuntando todos los cambios y sucesos dignos de mencionar en este cuaderno… ¡Uy! Como ese bicho peludo, bajito que merodea por la cubierta….ah no…perdón tachar… que eso es un tripulante!
Ponemos rumbo hacia el infinito. Nuestro capitán, gran maestro en las artes de la lucha y sabio en conocimientos espirituales, comienza a advertirnos de los peligros de este nuevo periplo, pero luego empieza a desvariar y se exalta diciendo que no nos fiemos ni de nuestro padre…¡pobre! Desde que le ha dado por ponerse esa escafandra: delira, ¿Se estará quedando sin aire?
[Respiración metalizada]
Nuestro navío adquiere hoy un cierto toque galáctico. Un universo lleno de estrellas nos rodea, planetas poblados de alienígenas pueblan este lugar, en el que habita el silencio.
Sin embargo, desde lo alto, aquí en la cofa, siento, que desde que hemos entrado en esta nueva órbita, algo nos acecha y amenaza. Una sombra navega con nosotros desde que hemos iniciado la jornada. Y tengo que decir que llevamos ya, unas cuantas millas estelares, con una compañía un tanto sospechosa en la popa.
Sólo espero que nos topemos ya, con algún agujero negro y perderlos de vista.
[Aceleración espacial]
Un androide guía nuestros pasos. Seguimos huyendo de lo que por aquí llaman el lado oscuro de no sé qué dichosa fuerza. A mí me da, que nos hemos metido en un mundo de “freakis”, y que no hablamos el mismo idioma…
Aún así, un día más y en medio de una cruenta batalla entre la luz y la oscuridad, seguimos buscando en los confines celestes del firmamento a nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON UNA PATADA JEDI

miércoles, enero 11, 2006

Cuaderno 11 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Anhelamos de forma persistente nuestra quimera. Cada jornada soñamos con desembarcar en lo intangible. Un sueño, que aunque parezca una paradoja decirlo, es real, y existe, siempre que seamos capaces de no perder la esperanza de encontrar nuestra utopía.
[Ráfaga de valeriana]
Hoy la procelosa mar de las ondas hertzianas nos sume en un dulce letargo. Atravesamos las aguas del espacio-tiempo surcando un paisaje freudiano.
Observo desde la cofa el orden que parece predominar por estas tierras, lo miro con celo, todo está conforme a las leyes de la naturaleza y sin embargo el clima hipnótico que cubre este lugar, me dice que algo irracional está a punto de sucedernos…
Situada en las alturas aprecio que algo espiritual nos guía en nuestro viaje, es un ente amable, que nos gasta bromas benévolas. Sus burlas nos conducen por caminos enredados en sí mismos… y mientras transitamos por ellos, nos olvidamos de por qué hemos decidido recorrer este lugar.
[Suena :"feliz... feliz no cumpleaños"]
Todo lo que nos rodea tiene tintes narcóticos, capaces de dormir hasta al marinero más insomne. Pero como si fuésemos una tripulación de sonámbulos, continuamos con nuestro quehacer diario…¿o debería de decir noctámbulo?, porque la noche, cada vez más cerrada, ahora es fiel compañera mientras desempeñamos nuestra labor.
Con ella, cae el sopor de la oscuridad, que poco a poco nos va sedando hasta el punto, en el que no sé qué es, lo que está ocurriendo realmente. Me encuentro en esa fase extraña en la que soy consciente de que duermo, pero no sé en dónde me encuentro. Igualito, igualito que cuando me bebo una copa de más….
[Comienza la fase REM]
Seguimos dormitando, con nuestra respiración profunda impulsamos este barco. Espiramos suavemente y azotamos las velas de este navío, que pone rumbo hacia el fantástico mundo de los sueños. Y no cabe duda, que nos situamos en las coordenadas más indicadas para rozar, hasta que nos despierten… nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON UN GRAN BOSTEZO PARA ESPABILARSE

martes, enero 10, 2006

Cuaderno 10 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Navegamos al compás de los vientos modernos. Surcamos la procelosa mar de las ondas hertzianas, que un día más se muestra brava y tempestuosa mientras nos conduce por el camino que lleva hacia la utopía.
[Ráfaga común]
Nos enfrentamos a un arduo periplo en esta jornada, porque descubrimos que el paisaje que rodea nuestra nave, apunta y señala: problemas,... o como se suele decir por estos “lares”, un horizonte que indica incidencias.
Nos acercamos al territorio más explorado, pero menos conocido: el de la conciencia humana, el del yo y sus célebres circunstancias.
Y desde lo alto del palo mayor observo una maraña de confusos sentimientos, que se relacionan con su hábitat, sin causas lógicas aparentes. Esa maleza esconde en su interior, el universo complejo que la ha creado. Y desconozco, por qué de vez en cuando los altos mandos de este navío, dan la orden de visitar estas costas, ya que nunca sacamos nada en claro. Es tan difícil penetrar en ellas, que sólo un simple merodeo, ya es agotador.
[Ráfaga de alejamiento]
Hoy el túnel del espacio-tiempo, no es nuestra tabla de salvación para abandonar estas tierras absolutamente incomprensibles. Pero una vez más, vuelve a darle agilidad a nuestro viaje, y aunque continuamos cruzando las mismas aguas, ya he perdido de vista aquellos frondosos matorrales, objeto de deleite de cualquier psicoanalista.
Ahora, por lo menos comienzo a divisar un mundo más visible. Aunque quizá por eso, por su evidencia palpable, es más hostil, más impersonal y menos etéreo.
[Ráfaga nacida en sociedad]
Seguimos navegando, ponemos rumbo hacia el ensimismamiento, y por eso nos miramos el ombligo.
Y en ese punto egocéntrico esperamos encontrar hoy nuestra quimera, ese lugar complejo y lleno de humanidad que es nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON ALGÚN ALMA QUE VAGUE PERDIDA

lunes, enero 09, 2006

Cuaderno 9 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Avanzamos a pasos agigantados. Ante nosotros se abre un paisaje que nos ofrece nuevas oportunidades para explorar mundos todavía desconocidos. Sin perspectivas de descanso para las próximas y futuras jornadas. Un día más ponemos rumbo hacia la utopía.
[Ráfaga en cierne]
Miro hacia delante con los ánimos puestos en nuestra quimera. En la proa depositamos el ansia por vivir nuevos retos, queremos ser los primeros en experimentar qué se siente al navegar por territorios, a los que nos conducen las mareas del túnel del espacio-tiempo.
Como tripulación a la vanguardia de nuevas fórmulas de navegación, nuestra labor como marineros de aguas agridulces, puede hacer que nos sintamos afortunados. Somos lobos de mar, que por las cualidades etéreas de este barco, podemos llegar a descubrir rutas, que nos lleven a esferas hasta ahora ignoradas y atribuirnos el mérito de tal hazaña, aunque haya sido por el despiste de algún que otro timonel con resaca.
[Señales de juerga y crapulismo]
Oteo el horizonte desde lo alto del palo mayor. Nos dirigimos hacia él, con las ganas que tiene cualquier joven aventurero, que codicia dar con algo todavía no conocido para los ojos y la mente humanas. Y a la vez, sobre nosotros recae la experiencia acumulada de los pasados periplos, plasmada en las letras de este cuaderno. Un manuscrito en cuyas páginas hay auténticos manifiestos redactados por tripulantes anteriores. En ellas descubro los principios que les guiaban para surcar la procelosa mar de las ondas hertzianas. Incluso, si cierro los ojos y dejo que me invadan los sonidos que nos llegan a través de las tempestuosas aguas, puedo escucharles proclamando sus credos y divulgando sus dogmas.
[Ráfagas históricas]
Seguimos navegando y disfrutamos de las aventuras que nos depara cada día nuestro afán por desembarcar en lo intangible. Esa cualidad que muchos optan por no alcanzar, porque sólo unos cuantos locos se empeñan en ello. Sin embargo, ahora a los antiguos locos se les llama genios. Así, que puede que nosotros seamos el germen de futuros sabios, que persiguen incansablemente, dar con querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON UNA AVANZADILLA DE PIRAOS


Cuaderno 6 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISBLE

Navegamos felices. Viajamos con el ansia infantil que se tiene cuando estás a punto de recibir un regalo. En nuestras cartas embotelladas, la petición era unánime: ser obsequiados con el presente más deseado, la señal indicada que nos conduzca a nuestra anhelada quimera.
[Polvo de estrellas]
El problema es que es difícil dar con nuestra nave, el rato suficiente antes de que vuelva desaparecer en el túnel infinito del espacio-tiempo. Además, la tradición dice que en este día se debe de obsequiar a los tres grandes magos con un pequeño tentempié, para hacerles más confortable su trabajo. Y resulta que el capitán de este navío, no entiende el significado de propiedad, en cuanto a los alimentos se refiere. Por lo que en los ventanucos de cada camarote sólo quedan restos de migas dulces…Hasta las cáscaras de las naranjas se ha comido el muy…
[Ráfaga que censura]
Por ahora la procelosa mar de las ondas hertzianas, sólo nos trae el rastro de singulares personajes, pero lo que todavía no alcanzo a vislumbrar si son las huellas de ese trío exótico que persigue a la gran estrella.
La jornada avanza y por ahora no nos llega nada, y comienzo a pensar que a lo mejor se nos ha llenado la boca pidiendo tanto. Porque nosotros no es que seamos el colmo de la bondad de los marineros de aguas agridulces, pero tampoco podemos ser tan malos…¿ no?. En el fondo nuestra labor posee nobles principios que la guían. Ser navegantes es una profesión ardua, pero con la que nunca perdemos la sonrisa, a pesar de todos los ásperos periplos en que nos vemos envueltos.
[Ráfaga de poca modestia]
Seguimos navegando, nos unimos a la voz que llega de tierras ya cercanas y escuchamos lo que nos dice con atención, quizá sea este nuestro regalo en forma de canciones. Y en ellas esté la clave para dar con el paradero de nuestra ofrenda más deseada, nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON ORO, INCIENSO Y MIRRA

jueves, enero 05, 2006

Cuaderno 5 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Siguiendo a una hermosa estrella, surcamos la procelosa mar de las ondas hertzianas. De nuevo volvemos a sumergirnos en el etéreo túnel del espacio-tiempo. Dialogamos con relojes de arena y construcciones impalpables, en busca de más pistas que nos señalen el camino que llega a nuestra quimera.
[Salto de minutos]
Hoy es quizás, el día del año, en el que más gente aguarda a que llegue la noche con impaciencia infantil. En nuestra travesía la oscuridad ya cubre toda la nave, y sin embargo la jornada no ha terminado para nosotros.
Ponemos rumbo hacia lugares en constante transformación. Y es difícil dar con ellos, ya que cambian por momentos, sobretodo dependiendo de los ojos que los miren.
Desde lo alto del palo mayor diviso como la mano del hombre es la culpable de la metamorfosis de estos espacios, y creo que por eso, todo tiene ese aspecto tan inacabado, como si estuviera en suspenso. Incluso lo que tiene la cualidad ilusoria de ser completo en sí mismo, nunca estará del todo rematado... al menos que desaparezca.
[Ráfaga incompleta]
Un fuerte oleaje nos empuja hacia un agujero negro, y estoy convencida que nos transportará a otras tierras y a otros tiempos. Empiezo a darme cuenta de que este ir y venir, sin sentido cronológico aparente, responde a algún motivo. Y no sólo a los deseos caprichosos de nuestro capitán, que últimamente no se aclara con lo que ordena...cuántos roscones se habrá comido ya?, En fin, que creo que estos vaivenes en las agujas del reloj, nos demuestran, que explorando el pasado, es más fácil comprender todas esas mutaciones que se producen en el presente.
Me gusta pensar que nuestra nave actúa como hilo conductor de experiencias antiguas y modernas. Lo que no voy a plantearme es, qué lugar temporal ocupamos nosotros en esa conexión porque me vuelven a entrar los mareos...Ay qué complicado es esto de trabajar en la cofa...
[Balanceo temporal]
Seguimos navegando, desde mi posición casi puedo rozar la estrella que esta noche nos alumbra el camino. No hace falta ni que la nombre, es de sobra conocida por todos los que alguna vez hemos sido niños. Guiados por la magia, un día más, soñamos con encontrar nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON LA NATA DEL ROSCÓN


miércoles, enero 04, 2006

Cuaderno 4 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

El frío hace mella en cada rincón de este navío. Nos dirigimos hacia lugares ubicados en la memoria del espacio-tiempo. Ponemos rumbo hacia ellos, hacia territorios olvidados por muchos, pero que algunos intentan recuperar, aunque sólo sea por rendir homenaje a un pasado que les dio la vida.
[Ráfaga hacia atrás]
Un día más aquí estoy, en lo alto del palo mayor, embutida en mil retales y respirando este aire limpio y fresquito…, no es por volver a sacar el tema..., pero seguro, que esto tampoco debe ser muy bueno para la salud, porque se me están congelando los pulmones...
Menos mal que pronto llegará el momento de cobijarme en los camarotes, y allí abajo siempre te puedes arrimar a un pequeño candil para entrar un poco en calor.
A pesar de este viento gélido que continúa espoleando y hace que estemos en constante movimiento, el sol no nos ha abandonado durante toda esta jornada, y eso me encanta. El astro rey no es sólo un punto de orientación en nuestros viajes, cuando luce en todo su esplendor, llena de color el día. Todo parece más alegre, y en definitiva, más vivo. Hasta la tripulación está más contenta y todos en algún momento, se han asomado desde la cubierta a observar el paisaje que resplandecía a su alrededor.
[Rágaga destellante]
La procelosa mar de las ondas hertzianas, escolta y guía en todos nuestros periplos, también se ve contagiada por el sol. Miro embobada como se reflejan en ella los últimos rayos y recuerdo lo fiel compañera que es y lo amiga que ha sido siempre, incluso cuando nos dejamos obnubilar con el descubrimiento de nuevos caminos, que dicen conducir a la utopía.
Y como marca la tradición en cuanto a la escritura de este cuaderno se refiere, no puedo dejar de mencionarla, porque gracias a ella y a su existencia, nosotros seguimos navegando.
[Ráfaga en honos a la mar procelosa]
Surcamos las aguas relucientes, mientras nos contagiamos de la energía que nos transmiten las distintas tonalidades sonoras que llegan a nuestra nave. Dejamos que den brío a esta embarcación que continua perseverante en la búsqueda de su querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON CROMOS Y PEGAMENTO


martes, enero 03, 2006

Cuaderno 3 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

El aire fresco azota las velas de esta nave, que un día más pone rumbo hacia la utopía. Llenamos nuestros pulmones de ese aire limpio que ahora envuelve a todo nuestro navío…Los cambios, que este nuevo año trae consigo debajo del brazo, ya se empiezan a notar….Y yo me río por no llorar…
[Ráfaga de ironía]
En esta embarcación la Ley se sigue de forma rigurosa, y como ahora no se pueden tener malos hábitos en espacios públicos, deduzco que tampoco se me estará permitido estrujarme mucho las neuronas mientras pienso qué escribir en este cuaderno… no vaya a suceder, que me salga humo por la cabeza…, que de todos es sabido: eso es perjudicial para mi salud y para la de los que están a mi alrededor.
Ya sé que estoy un poco sarcástica, y ruego disculpas al que se sienta ofendido…, pero es que la jornada laboral en esta nave es muy larga y necesito nicotina… Ay! Que me viene la risa tonta de nuevo…
[Carcajadas absurdas]
En fin, que tengo que matar el espacio-tiempo como sea…a ver si logro entretenerme con esas pequeñas cosas que ayudan a olvidarse del mono tan grande que llevo en el hombro!!!!
Necesito relajarme, dejar mi mente en blanco, respirar…nada, nada, que no, que no puede ser!, ni escuchando el suave arrullo de la procelosa mar de las ondas hertzianas, me alivio…
Está claro, unas técnicas de cómo afrontar este problema no me vendrían mal, aprender a liberar tensiones del cuerpo y…(REIRSE), ya estamos otra vez con la risa floja…
Eso sí, espero que nadie me recrimine que no estoy cumpliendo con mi trabajo, porque no me he movido de la cofa en todo el día, y por mucho que me distraiga, me mantengo en mi puesto.
[Respiro con paciencia]
Seguimos navegando, menuda broma es esto de las prohibiciones. Más que nunca anhelo nuestra deseada quimera, porque estoy convencida que allí, los problemas de convivencia, la libertad tanto para unos como para otros se resuelven con una sonrisa.
Ya sé que es utópico, pero al fin y al cabo esa es la característica fundamental de nuestra querida Ciudad Invisible.

FUNDE CON UN POCO DE COHERENCIA POR FAVOR!!!

Cuaderno 2 de Enero

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Con el comienzo de un nuevo año, este cuaderno es símbolo de un buen regalo. Ante mí se abren todas las páginas en blanco que deben de ser escritas. Cada jornada será reflejada en él, y esto me recuerda que no debo de perder la esperanza de que llegará el momento en que podré plasmar cómo es nuestra anhelada utopía.
[Vientos de esperanza]
Surcamos la procelosa mar de las ondas hertzianas, en la que todavía quedan restos de las pasadas fiestas.
Nuestro navío y su tripulación también tenemos un aspecto parecido, Y es que como nuestra nave nos permite saltos espacio-temporales, creo que nos hemos tomado las uvas más de 10 veces. Con sus consiguientes brindis. ¿ Alguien tiene una aspirina?
[Ráfaga efervescente]
Estamos hechos una ruina. Y para salir de este trance, nada mejor que buscar nuevos horizontes que hagan juego con la imagen que ahora damos.
Nuestras coordenadas señalan lugares ancestrales, imperios y ciudades majestuosas en su época, de los que actualmente sólo conservamos una mínima parte de lo que fueron en aquellos tiempos remotos.
Civilizaciones que comenzaron a caminar y ante ellas se postraba un mundo de posibilidades que parecía que no iba a tener fin. Sin embargo al igual que todo llega, todo pasa. Y el esplendor se fue oscureciendo hasta desaparecer. Aunque no por completo.
[Ráfaga ruinosa]
Seguimos navegando, estrenar un nuevo año, nos da fuerzas para continuar en nuestro empeño. No sé si dejaré finalmente mi vicio con los malos humos, o si llegaré a comunicarme en otras lenguas, pero estoy segura de que este año pondré todo mi empeño por encontrar nuestra querida Ciudad Invisible.


FUNDE CON ANHELOS PARA EL 2006