CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Tras la maratoniana jornada de ayer, los deseos durante esta jornada cambian. Anhelamos echar el ancla y viajar sin movernos un ápice, que el éter sonoro venga a nosotros y no a la inversa, y que la procelosa mar de las ondas hertzianas retorne a su cauce de siempre...¿Será muy utópico?
[RÁFAGA]
A pesar de nuestros deseos, navegamos. Hoy la cofa me resulta un tanto incómoda, porque me obliga a contemplar el horizonte y tengo anhelos de una singladura un tanto más introspectiva, más intimista, me escondería en la intimidad de mi camarote y dejaría que el ojo de buey escribiera esta bitácora...
Sin embargo tendré que dejarme ver, para no violar ese derecho por el que el resto de la tripulación deben de estar informados de mi posición...Así estámos a estas alturas, así que desciendo a cubierta y me paseo escandalosa dando palmas y cantando...ya les cansaré....
[RÁFAGA]
Un a vez silenciada, me asomo a estribor y contemplo el reflejo de mi rostro en el agua...Lo he perdido...o no lo sé encontrar...después de tantos días en alta mar, se me ha olvidado cómo soy...Un juego de espejos se activa, más complicado que el que sumió a Alicia a vagar por un laberinto de sueños...Sólo frunciendo el ceño y adoptando una expresión caricaturesca logro ver algo...y me gusta más que muchas de las maravillas que he podido otear...¿Será porque sólo lo puedo contemplar yo?
[RÁFAGA]
Seguimos navegando, Roma, París, Barcelona o Madrid...no paramos, damos vueltas al mundo con la esperanza de que al doblar una esquina por enésima vez, podamos exclamar las vueltas que da la vida, y por primera vez observar que por ahí es por donde se entra a la madriguera en la que se oculta nuestra querida Ciudad Invisible....
FUNDIR CON MAREILLO INTERMITENTE
Tras la maratoniana jornada de ayer, los deseos durante esta jornada cambian. Anhelamos echar el ancla y viajar sin movernos un ápice, que el éter sonoro venga a nosotros y no a la inversa, y que la procelosa mar de las ondas hertzianas retorne a su cauce de siempre...¿Será muy utópico?
[RÁFAGA]
A pesar de nuestros deseos, navegamos. Hoy la cofa me resulta un tanto incómoda, porque me obliga a contemplar el horizonte y tengo anhelos de una singladura un tanto más introspectiva, más intimista, me escondería en la intimidad de mi camarote y dejaría que el ojo de buey escribiera esta bitácora...
Sin embargo tendré que dejarme ver, para no violar ese derecho por el que el resto de la tripulación deben de estar informados de mi posición...Así estámos a estas alturas, así que desciendo a cubierta y me paseo escandalosa dando palmas y cantando...ya les cansaré....
[RÁFAGA]
Un a vez silenciada, me asomo a estribor y contemplo el reflejo de mi rostro en el agua...Lo he perdido...o no lo sé encontrar...después de tantos días en alta mar, se me ha olvidado cómo soy...Un juego de espejos se activa, más complicado que el que sumió a Alicia a vagar por un laberinto de sueños...Sólo frunciendo el ceño y adoptando una expresión caricaturesca logro ver algo...y me gusta más que muchas de las maravillas que he podido otear...¿Será porque sólo lo puedo contemplar yo?
[RÁFAGA]
Seguimos navegando, Roma, París, Barcelona o Madrid...no paramos, damos vueltas al mundo con la esperanza de que al doblar una esquina por enésima vez, podamos exclamar las vueltas que da la vida, y por primera vez observar que por ahí es por donde se entra a la madriguera en la que se oculta nuestra querida Ciudad Invisible....
FUNDIR CON MAREILLO INTERMITENTE
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