CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Son tantos los días que llevamos buscando la utopía, que ni utilizando a modo de ábaco los dedos de las manos y los dedos de los pies, nos salen los cálculos de cuánto tiempo llevamos embarcados en este espacio errante, buscando nuestra ciudad anhelada…
Pero el paso de los años se deja notar y los callos en las palmas y en los talones, las arrugas en la piel y sobre todo en el rostro, nos dan cuenta de todo lo que llevamos remando en pos de la quimera…
[RÁFAGA]
Navegamos una jornada más por la procelosa mar de las ondas hertzianas…bailamos a su ritmo, un tanto incierto porque ya no nos queda otra…
¿O quizás eso es lo que le hacemos creer?…Porque en nuestro interior el corazón late a mil por hora, bombea nuestras esperanzas y nuestra pasión continua ardiendo con la misma fogosidad de siempre, no se ha templado ni un poquito…Ya que el aire aviva el ímpetu verdadero y extingue el falso.
[RÁFAGA]
Para esta nave y su tripulación sigue existiendo algo sensual en esta singladura, aunque sólo sea por la atracción que marcan los polos y guían la aguja de nuestra rosa de los vientos…Todo responde a un cortejo entre ella y nosotros, y en ese juego peligroso, nadie puede quedarse frío… Así que la tibieza con la que otros puedan surcar las aguas en una cuenta atrás sin fecha establecida, no es cosa nuestra.
[RÁFAGA]
Seguimos navegando…una vez más disuado al sol y pongo la mano en mi frente para otear el horizonte, y sé que llegará el día en el que brinque y mi otra mano señale por fin el paradero que se hace presente de nuestra dama ausente, a la que nunca dejaremos de querer y anhelar como “Don Juanes” en plena adolescencia…Aquella por la que tantos han dejado todo y no se arrepienten de haberse enrolado en la aventura más gratificante para el alma y para el cuerpo que no es otra que la búsqueda incansable de la Ciudad Invisible…
FUNDIR CON PALMERAS Y PALMEROS
Son tantos los días que llevamos buscando la utopía, que ni utilizando a modo de ábaco los dedos de las manos y los dedos de los pies, nos salen los cálculos de cuánto tiempo llevamos embarcados en este espacio errante, buscando nuestra ciudad anhelada…
Pero el paso de los años se deja notar y los callos en las palmas y en los talones, las arrugas en la piel y sobre todo en el rostro, nos dan cuenta de todo lo que llevamos remando en pos de la quimera…
[RÁFAGA]
Navegamos una jornada más por la procelosa mar de las ondas hertzianas…bailamos a su ritmo, un tanto incierto porque ya no nos queda otra…
¿O quizás eso es lo que le hacemos creer?…Porque en nuestro interior el corazón late a mil por hora, bombea nuestras esperanzas y nuestra pasión continua ardiendo con la misma fogosidad de siempre, no se ha templado ni un poquito…Ya que el aire aviva el ímpetu verdadero y extingue el falso.
[RÁFAGA]
Para esta nave y su tripulación sigue existiendo algo sensual en esta singladura, aunque sólo sea por la atracción que marcan los polos y guían la aguja de nuestra rosa de los vientos…Todo responde a un cortejo entre ella y nosotros, y en ese juego peligroso, nadie puede quedarse frío… Así que la tibieza con la que otros puedan surcar las aguas en una cuenta atrás sin fecha establecida, no es cosa nuestra.
[RÁFAGA]
Seguimos navegando…una vez más disuado al sol y pongo la mano en mi frente para otear el horizonte, y sé que llegará el día en el que brinque y mi otra mano señale por fin el paradero que se hace presente de nuestra dama ausente, a la que nunca dejaremos de querer y anhelar como “Don Juanes” en plena adolescencia…Aquella por la que tantos han dejado todo y no se arrepienten de haberse enrolado en la aventura más gratificante para el alma y para el cuerpo que no es otra que la búsqueda incansable de la Ciudad Invisible…
FUNDIR CON PALMERAS Y PALMEROS
No hay comentarios:
Publicar un comentario