CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Surcamos las aguas que envuelven a tierras salvajes. Lugares bárbaros, en donde cualquier señal de razón humana queda eclipsada tras los aullidos de bestias feroces.
Un día más, nos disponemos a encontrar la utopía, que hoy, se esconde detrás de los instintos más brutales de cualquier animal viviente.
[Auuuuuuu......!!!!!!!]
Nuestro navío es una bestia más, dentro del túnel del espacio-tiempo. Ha sufrido una metamorfosis, no existen en él formas ondulantes ni redondeadas…, cada arista, cada esquina, sobresalen de la estructura principal de esta embarcación, como si de garras se tratara. La proa se asemeja a un gran garfio… bien afilado para defendernos de cualquier posible ataque.
Navegamos por territorios hostiles a cualquier indicio de inteligencia superior. Y yo no sé, porque hemos dado por hecho un posible asalto, nuestra tripulación es más primaria de lo que parece…
[Ráfaga burra]
Como un camaleón, nos fundimos con el paisaje que ahora nos rodea, pero en nuestro caso, esta mutación puede tener consecuencias nefastas.
La cubierta es ahora una gran jaula, en donde ya no satisfacemos nuestras ansias de libertad. No consigo divisar nada más allá que estos gruesos y toscos barrotes de metal.
Me arrincono, y me encojo, una brutal fuerza me oprime y no me deja pensar, solo deseo satisfacer las necesidades más básicas que tiene toda bestia humana.
Desde el momento en que decidimos mimetizar esta nave con su entorno actual, nosotros, sin saberlo, también dimos el paso hacia atrás en la evolución.
[UuUuUuUuUu]
Seguimos navegando, arañamos las aguas de la procelosa mar de las ondas hertzianas. El viento brama y nos azota a su paso. Continuamos indomables en nuestro afán, no hay látigo que nos amedrente a proseguir con la búsqueda de nuestra quimera. Porque, quizás no sólo gracias a nuestros pensamientos más lógicos seamos capaces de encontrarla. Puede, que sólo acechando ese lugar, demos el zarpazo definitivo a nuestra presa más codiciada, a nuestra querida Ciudad Invisible….
FUNDE CON UNA MANADA DE LEONES
Surcamos las aguas que envuelven a tierras salvajes. Lugares bárbaros, en donde cualquier señal de razón humana queda eclipsada tras los aullidos de bestias feroces.
Un día más, nos disponemos a encontrar la utopía, que hoy, se esconde detrás de los instintos más brutales de cualquier animal viviente.
[Auuuuuuu......!!!!!!!]
Nuestro navío es una bestia más, dentro del túnel del espacio-tiempo. Ha sufrido una metamorfosis, no existen en él formas ondulantes ni redondeadas…, cada arista, cada esquina, sobresalen de la estructura principal de esta embarcación, como si de garras se tratara. La proa se asemeja a un gran garfio… bien afilado para defendernos de cualquier posible ataque.
Navegamos por territorios hostiles a cualquier indicio de inteligencia superior. Y yo no sé, porque hemos dado por hecho un posible asalto, nuestra tripulación es más primaria de lo que parece…
[Ráfaga burra]
Como un camaleón, nos fundimos con el paisaje que ahora nos rodea, pero en nuestro caso, esta mutación puede tener consecuencias nefastas.
La cubierta es ahora una gran jaula, en donde ya no satisfacemos nuestras ansias de libertad. No consigo divisar nada más allá que estos gruesos y toscos barrotes de metal.
Me arrincono, y me encojo, una brutal fuerza me oprime y no me deja pensar, solo deseo satisfacer las necesidades más básicas que tiene toda bestia humana.
Desde el momento en que decidimos mimetizar esta nave con su entorno actual, nosotros, sin saberlo, también dimos el paso hacia atrás en la evolución.
[UuUuUuUuUu]
Seguimos navegando, arañamos las aguas de la procelosa mar de las ondas hertzianas. El viento brama y nos azota a su paso. Continuamos indomables en nuestro afán, no hay látigo que nos amedrente a proseguir con la búsqueda de nuestra quimera. Porque, quizás no sólo gracias a nuestros pensamientos más lógicos seamos capaces de encontrarla. Puede, que sólo acechando ese lugar, demos el zarpazo definitivo a nuestra presa más codiciada, a nuestra querida Ciudad Invisible….
FUNDE CON UNA MANADA DE LEONES
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