CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
¿Qué es sino la quimera, que un conjunto de anhelos que desembocan en un mismo punto? Ensueños que durante esta jornada parecen nacer de pensamientos sosegados, pacientes y serenos. De una filosofía que sabe aceptar con elegancia los percances que importunan el paso del tiempo en un espacio casi etéreo...
[RÁFAGA]
Pero, esta forma de contemplar y hacer frente a las adversidades, de la que todo vigía debería de aprender... tiene su otra cara: la guerrera. A veces el viejo proverbio: “siéntate en la puerta de tu casa y veras el cadáver de tu enemigo pasar”, no es válido para marinos inquietos…
Cortamos las aguas con sables y catanas porque esta nave y su tripulación hoy no tienen más remedio, que tirar por la borda la quietud, aunque sosteniendo el temple, ya que nuestra hoja de ruta anuncia un sin fin de viajes, con idas y venidas en los que intentaremos pescar un poco de la belleza de una estación que todavía, no termina de hacer su mudanza por completo...
[RÁFAGA]
Navegamos por los brotes de bambú que empiezan a despuntar por encima del suelo, un manto rosa a veces los cubre porque la flor del cerezo comienza a desprender sus pétalos más pesados. La quietud, la paz interior inunda la cubierta de la nave, pero surcamos la procelosa mar como fieras que cabalgan sobre las ondas hertzianas…
[RÁFAGA]
Envueltos en una pugna: el ying y el yang de cómo llevar a cabo una singladura, continuamos con nuestra pesquisa. Una danza maldita que aspira a desembarcar en el mágico lago de los cisnes que es donde probablemente se encuentre hoy nuestra anhelada Ciudad Invisible…
FUNDIR CON DANZA ORIENTAL
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