Cuaderno 28 de Marzo

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

En nuestra pesquisa en busca de la utopía descubrimos infinidad de territorios, esferas en las que conviven alma y sueños. Y me pregunto qué ocurriría si delimitáramos a nuestro gusto y con nuestros propios intereses ese mundo. La quimera sin duda sería un puzzle en el que no encajarían ninguna de sus piezas…
[RÁFAGA]
En jornadas anteriores ya se ha dejado constancia en esta bitácora de la libertad que tiene esta nave errante para surcar las aguas sin arancel ni frontera que obstaculicen su hoja de ruta. Sin embargo cuando la expedición no tiene más remedio que cruzar tierra firme la singladura se complica…
Sobretodo cuando en aventuras como la de hoy nuestro idioma no vale como arma, para enfrentarse a la dura batalla del entendimiento…Ya que vagamos por la tierra olvidada, en donde la palabra se ahoga y se esconde tras el rostro del hambre y del sufrimiento…
[RÁFAGA]
Y una vez más, encuentro en el éter sonoro el posible caudal de esperanza. La mente humana es curiosa, es capa de abstraerse de las desgracias, de dejar a un lado sus preocupaciones, de obviar al que tiene lejos pero también al que tiene cerca, y sin embargo, dos simples acordes de una canción pueden recordar el dolor que late en los corazones de las personas de su mismo espacio y de su mismo tiempo. Aunque ignoro cuánto dura el efecto…, porque a mí los sonidos que se atrincheraron en torno al Hotel Ruanda, continúan picando mi rabia, pero desgraciadamente sé que algo ocupará su lugar en breve en la procelosa pantalla de las ondas hertzianas…
[RÁFAGA]
Seguimos navegando y cuando lo hacemos próximos a la costa del continente madre la impotencia inunda la cofa. Sólo con un vistazo por encima, es difícil concebir que pueda existir allí el más mínimo rastro de nuestra querida Ciudad Invisible…

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