CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Dicen que muchas de las grandes obras, las maestras, aquellas que perduran en los anales del espacio y del tiempo, se crean en un abrir y cerrar de ojos, cuando las musas desembarcan con su ilimitado, casi ordinario, arsenal de inspiración, y a través de ellas se puede rozar la utopía…
[RÁFAGA]
Esta jornada que nos acomete, nada tiene que ver con lo antes soñado, un pinchazo en el estómago me acompaña durante todo el día y me impide escribir esta bitácora con trazo suelto y fluido…Ejerce de órgano censor y me impide transcribir literalmente la realidad que nos regala el horizonte…Es cómo si me hubiese tragado un buen trozo de chili picante en ayunas sin ni siquiera un buen trago de chela.
[RÁFAGA]
El ardor en el centro de nuestro cuerpo empequeñece y asusta, nos hace mirar atrás y ocultar esa memoria que muchos saben leer en el rostro…
Las punzadas en el alma, son señales de alarma que crean incertidumbre, el marinero errante se debate entre lo que hacer y lo que no hacer, si perder de vista esa coordenada fija a perseguir que es la libertad, o continuar remando a pesar de que si es así tu sino esté en el punto de mira…
[RÁFAGA]
Seguimos navegando, la procelosa mar de las ondas hertzianas se une a mi desasosiego, que espero sea pasajero…aún así nos mantiene a flote.
Continúa esa acidez que habrá que encararla quizá con un buen café como tratamiento de choque…porque sólo con el espíritu abierto y limpio se puede echar el ancla con la cabeza bien alta en el puerto de nuestra querida y anhelada Ciudad Invisible…
Dicen que muchas de las grandes obras, las maestras, aquellas que perduran en los anales del espacio y del tiempo, se crean en un abrir y cerrar de ojos, cuando las musas desembarcan con su ilimitado, casi ordinario, arsenal de inspiración, y a través de ellas se puede rozar la utopía…
[RÁFAGA]
Esta jornada que nos acomete, nada tiene que ver con lo antes soñado, un pinchazo en el estómago me acompaña durante todo el día y me impide escribir esta bitácora con trazo suelto y fluido…Ejerce de órgano censor y me impide transcribir literalmente la realidad que nos regala el horizonte…Es cómo si me hubiese tragado un buen trozo de chili picante en ayunas sin ni siquiera un buen trago de chela.
[RÁFAGA]
El ardor en el centro de nuestro cuerpo empequeñece y asusta, nos hace mirar atrás y ocultar esa memoria que muchos saben leer en el rostro…
Las punzadas en el alma, son señales de alarma que crean incertidumbre, el marinero errante se debate entre lo que hacer y lo que no hacer, si perder de vista esa coordenada fija a perseguir que es la libertad, o continuar remando a pesar de que si es así tu sino esté en el punto de mira…
[RÁFAGA]
Seguimos navegando, la procelosa mar de las ondas hertzianas se une a mi desasosiego, que espero sea pasajero…aún así nos mantiene a flote.
Continúa esa acidez que habrá que encararla quizá con un buen café como tratamiento de choque…porque sólo con el espíritu abierto y limpio se puede echar el ancla con la cabeza bien alta en el puerto de nuestra querida y anhelada Ciudad Invisible…
FUNDIR CON RANCHERA
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