CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Rastreamos, los escasos brotes de calor, provenientes de una estrella menor. Viajamos a través de la procelosa mar de las ondas hertzianas, que hoy se torna opaca y oscura. Sólo nuestra nave, figura como un pequeño punto de luminosidad en medio de este vasto océano. Proyectando sombras en la misteriosa pantalla marina, ponemos rumbo hacia la utopía.
[Fundido en negro]
La escasa perspectiva en el horizonte me obliga, una vez más, a entretenerme observando a mis compañeros gracias a la penumbra y el anonimato, que me garantiza el estar en la cofa. Mi misión como vigía me sorprende en muchas ocasiones vigilándolos y estudiando su comportamiento. Cada jornada que transcurre, aprendo algo nuevo sobre ellos, sé cuales son sus motivaciones, sus reacciones ante las adversidades, sus miedos. Con un solo gesto, intuyo qué pueden estar pensando, y es difícil que algo se me escape y no pueda predecir sus acciones, incluso yo diría que hasta controlarlas… Vaya, menuda sensación de poder, me está invadiendo… en fin…voy a bajarme los humos con una rafaguita…
[Ráfaga de humildad]
Le doy vueltas a una idea que me ronda por la mente, y es que puede que el control sobre los individuos, no resida en un poder sobrenatural, sino en ser un buen observador y aprender a valorar cualquier detalle de la conducta de una persona. De esta manera y con algún que otro truco impactante, puedo sorprender a cualquiera de esta tripulación, adivinando cosas que creen que sólo saben ellos.
[Ráfaga picarona ]
Seguimos navegando, nos dirigimos hacia los espacios más etéreos del cosmos. Allí la fórmula del espacio-tiempo, no es válida para marcar coordenadas. Vagamos por lugares con muchas cualidades en potencia, pero que todavía no han sido desarrolladas. Zonas en construcción permanente y en movimiento continuo, sitios que no descansan ni de noche, ni de día. Condiciones similares, en las que se alzan los cimientos de nuestra querida Ciudad Invisible.,
[Fundido en negro]
La escasa perspectiva en el horizonte me obliga, una vez más, a entretenerme observando a mis compañeros gracias a la penumbra y el anonimato, que me garantiza el estar en la cofa. Mi misión como vigía me sorprende en muchas ocasiones vigilándolos y estudiando su comportamiento. Cada jornada que transcurre, aprendo algo nuevo sobre ellos, sé cuales son sus motivaciones, sus reacciones ante las adversidades, sus miedos. Con un solo gesto, intuyo qué pueden estar pensando, y es difícil que algo se me escape y no pueda predecir sus acciones, incluso yo diría que hasta controlarlas… Vaya, menuda sensación de poder, me está invadiendo… en fin…voy a bajarme los humos con una rafaguita…
[Ráfaga de humildad]
Le doy vueltas a una idea que me ronda por la mente, y es que puede que el control sobre los individuos, no resida en un poder sobrenatural, sino en ser un buen observador y aprender a valorar cualquier detalle de la conducta de una persona. De esta manera y con algún que otro truco impactante, puedo sorprender a cualquiera de esta tripulación, adivinando cosas que creen que sólo saben ellos.
[Ráfaga picarona ]
Seguimos navegando, nos dirigimos hacia los espacios más etéreos del cosmos. Allí la fórmula del espacio-tiempo, no es válida para marcar coordenadas. Vagamos por lugares con muchas cualidades en potencia, pero que todavía no han sido desarrolladas. Zonas en construcción permanente y en movimiento continuo, sitios que no descansan ni de noche, ni de día. Condiciones similares, en las que se alzan los cimientos de nuestra querida Ciudad Invisible.,
FUNDE CON SONIDOS HIPNOTICOS
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