CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Surcamos las aguas frías del océano, hemos puesto rumbo noroeste, pero nuestra nave debe de transportar en su bodega un fuerte imán que nos atrae de nuevo a la costa de partida. Mientras nuestra proa anhela llegar a coordenadas más occidentales, nuestra popa ayuda al litoral ibérico, para conducirnos al punto de inicio de esta singladura.
Navegamos en un constante tira y afloja. Un viaje en principio contradictorio nos aguarda. Dos polos opuestos pugnan por llamar la atención de esta vigía, que un día más mira esperanzada al infinito para vislumbrar en algún momento la quimera…
[RÁFAGA]
Contraste de escalas, matizables destinos, que hay que unir durante esta singladura con el buen hacer de la experiencia y el ingenio del manejo del timón.
Vagamos en una aparente contradicción, en un suspiro nos acecha la melancolía y la nostalgia por la tierra firme, como cambiamos de dirección y en un drástico viraje nos entran ganas de disfrutar y brincar con el buen tiempo que reina en la cubierta…
El placer de tirarse por la borda versus el gozo de desfilar extasiados por ella…
[RÁFAGA]
Acabo de descubrir, no la utopía…ojalá, sino la hilazón que nos proponía nuestra hoja de ruta. Pero por esta vez no voy a dejar escrita la idea que sobrevuela ahora mismo por mi cabeza, mi intención es que la procelosa mar de las ondas hertzianas sea la que en el transcurso de esta aventura susurre la respuesta a todo aquel que navegue esta tarde cercano a nosotros…
Sólo una pista si mirásemos más a menudo a nuestro más cercano vecino, daríamos antes con el acertijo…Aunque otro más grande nos aguarda, que no es otro que dar con el paradero anhelado de nuestra añorada Ciudad Invisible…
FUNDIR CON UNA BRÚJULA INQUIETA
Surcamos las aguas frías del océano, hemos puesto rumbo noroeste, pero nuestra nave debe de transportar en su bodega un fuerte imán que nos atrae de nuevo a la costa de partida. Mientras nuestra proa anhela llegar a coordenadas más occidentales, nuestra popa ayuda al litoral ibérico, para conducirnos al punto de inicio de esta singladura.
Navegamos en un constante tira y afloja. Un viaje en principio contradictorio nos aguarda. Dos polos opuestos pugnan por llamar la atención de esta vigía, que un día más mira esperanzada al infinito para vislumbrar en algún momento la quimera…
[RÁFAGA]
Contraste de escalas, matizables destinos, que hay que unir durante esta singladura con el buen hacer de la experiencia y el ingenio del manejo del timón.
Vagamos en una aparente contradicción, en un suspiro nos acecha la melancolía y la nostalgia por la tierra firme, como cambiamos de dirección y en un drástico viraje nos entran ganas de disfrutar y brincar con el buen tiempo que reina en la cubierta…
El placer de tirarse por la borda versus el gozo de desfilar extasiados por ella…
[RÁFAGA]
Acabo de descubrir, no la utopía…ojalá, sino la hilazón que nos proponía nuestra hoja de ruta. Pero por esta vez no voy a dejar escrita la idea que sobrevuela ahora mismo por mi cabeza, mi intención es que la procelosa mar de las ondas hertzianas sea la que en el transcurso de esta aventura susurre la respuesta a todo aquel que navegue esta tarde cercano a nosotros…
Sólo una pista si mirásemos más a menudo a nuestro más cercano vecino, daríamos antes con el acertijo…Aunque otro más grande nos aguarda, que no es otro que dar con el paradero anhelado de nuestra añorada Ciudad Invisible…
FUNDIR CON UNA BRÚJULA INQUIETA
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