Cuaderno 15 de Marzo

CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE

Me gustaría que hoy, las palabras escritas en este diario de a bordo, no fueran aire y nubes…que lo dicho aquí tuviera tal consistencia que amarrará bien en los oídos de todo navegante hertziano, que a estas alturas de la mar procelosa conecta su radar a nosotros. Pero veo a dónde nos conduce esta singladura y la desesperación inunda la cofa…
[RÁFAGA]
Referencias directas en el panorama que nos rodea, me hacen pensar, en que efectivamente estamos más cerca de la siniestra dama de la guadaña, que de nuestra anhelada quimera. Y me pregunto ¿para qué entonces tanto esfuerzo?
Sin embargo…a pesar de que hoy el espacio y el tiempo se reducen, debido a que nuestra hoja de ruta nos permite ir a trompicones y no encuentro un rato continuo de sosiego para contemplar lo que acontece, sí que percibo cierta inclinación al humor, un tanto negro o por lo menos absurdo, como respuesta a todo aquello que días y hasta años atrás, nos ha dejado sin aliento, al borde de la expiración…
[RÁFAGA]
Así que no opongo resistencia a la resistencia, y me dejo guiar por el éter sonoro, que es a fin de cuentas durante esta jornada el que marca las coordenadas a seguir de este navío errante, Y porque de perdidos… a los oídos… porque son ellos los que nos ayudan a evocar otras situaciones mejores que las presentes…Incluso superiores a la de este cuaderno…escucha…
[RÁFAGA]
Seguimos navegando…, más iguales hoy que ayer…, o eso dicen…yo la verdad es que me siento igual.
No sé que nos deparará la última dársena en la que echaremos el ancla, un ligero escepticismo se apodera de mí, aunque a lo lejos diviso un motivo por el que continuar con este periplo: “la experiencia es lo último que se pierde”, ¿será esa la señal a seguir para dar finalmente con nuestra querida Ciudad Invisible?

FUNDIR CON MÚSICA CIRCENSE