CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Viajamos surcando aguas oceánicas. Hoy nuestro gran periplo se fundamenta en amansarlas. Intentar calmar a las mareas humanas que por estas corrientes vagan sin rumbo… perdidas, pero con todas sus esperanzas depositadas en un sueño, que es al fin y al cabo su quimera.
[Aires marinos]
Cada jornada nos da la oportunidad de proponernos arduos retos, y sólo por el hecho de salir medianamente airosos, para mí significa que en cada viaje nos sumergimos en una pequeña epopeya diaria.
Por eso nuestra presente empresa se me antoja escabrosa a la par que atractiva.
No creo recordar que en ningún momento de mis travesías por el espacio-tiempo, hayamos tenido que faltarle al respeto al proceloso mar. Y hoy nuestra intención, es esa, porque no queremos dejarle salirse con la suya…
[Ráfaga envalentonada]
Nuestro navío zarpa con la intención de rescatar a aquellos que ni siquiera son todavía polizones. Aquellos balseros, con ojos asustadizos que buscan con más ansia que yo, la línea del horizonte, y así en algún momento decir: tierra a la vista. Personas que huyen de tierras en las que nosotros reponemos nuestra bodega de ron, y a las que otros acuden a ellas para descansar.
Y lo que más me aflige es que su evasión, su fuga, muchas veces es tal, que incluso lleguen a evaporarse…
[Ráfaga centrífuga]
Por eso hoy, nuestra lucha contra las aguas saldas es inusual. Nuestro afán no reside esta vez en salvaguardar a la tripulación de una posible caída al fondo del vasto océano. Sino que hoy llevamos en nuestras conciencias el deber de conseguir que estos frágiles marineros improvisados, lleguen al puerto de su lugar soñado. Aquel que por ahora y hasta su desembarco, es su querida y anhelada Ciudad Invisible.
FUNDE CON SALITRE
Viajamos surcando aguas oceánicas. Hoy nuestro gran periplo se fundamenta en amansarlas. Intentar calmar a las mareas humanas que por estas corrientes vagan sin rumbo… perdidas, pero con todas sus esperanzas depositadas en un sueño, que es al fin y al cabo su quimera.
[Aires marinos]
Cada jornada nos da la oportunidad de proponernos arduos retos, y sólo por el hecho de salir medianamente airosos, para mí significa que en cada viaje nos sumergimos en una pequeña epopeya diaria.
Por eso nuestra presente empresa se me antoja escabrosa a la par que atractiva.
No creo recordar que en ningún momento de mis travesías por el espacio-tiempo, hayamos tenido que faltarle al respeto al proceloso mar. Y hoy nuestra intención, es esa, porque no queremos dejarle salirse con la suya…
[Ráfaga envalentonada]
Nuestro navío zarpa con la intención de rescatar a aquellos que ni siquiera son todavía polizones. Aquellos balseros, con ojos asustadizos que buscan con más ansia que yo, la línea del horizonte, y así en algún momento decir: tierra a la vista. Personas que huyen de tierras en las que nosotros reponemos nuestra bodega de ron, y a las que otros acuden a ellas para descansar.
Y lo que más me aflige es que su evasión, su fuga, muchas veces es tal, que incluso lleguen a evaporarse…
[Ráfaga centrífuga]
Por eso hoy, nuestra lucha contra las aguas saldas es inusual. Nuestro afán no reside esta vez en salvaguardar a la tripulación de una posible caída al fondo del vasto océano. Sino que hoy llevamos en nuestras conciencias el deber de conseguir que estos frágiles marineros improvisados, lleguen al puerto de su lugar soñado. Aquel que por ahora y hasta su desembarco, es su querida y anhelada Ciudad Invisible.
FUNDE CON SALITRE
No hay comentarios:
Publicar un comentario