CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Nuestro navío cabalga por la procelosa mar de las ondas hertzianas, pone proa hacia las tierras que alojan a nuestra quimera. Navegamos guiados por el instinto animal que nos dice que estamos cerca de esos espacios en donde los sueños a cumplir, se diluyen en múltiples imágenes difíciles de capturar.
[R]
Hoy nos hemos propuesto viajar a través del espacio-tiempo, para conseguir muestras de cualquier especie, que vague por ese túnel borrascoso. En nuestro anhelo reside la intención de ser capaces de encontrar, la partícula, la sustancia..., al fin y al cabo la esencia común a todos los seres que habitan el mundo tangible como intangible.
Queremos continuar la labor del alquimista, pero en nuestro caso no buscamos la plenitud eterna, sino la fórmula intrínseca en todo lo que tiene vida, para así, indagar, aún más si cabe, en aquello que motiva, que da energía y que alienta a cualquier ser vivo. Y que es a fin de cuentas, la condición última de la utopía.
[R]
Desde las alturas, en este lugar privilegiado en el que tanto me gusta situarme, observo atentamente cómo mis compañeros pescan a todo bicho, que poco temeroso se atreve a acercarse a la armadura de este navío. Una vez capturado, lo someten a una vigilancia constante y exhaustiva. Siempre siguiendo las rigurosas leyes marítimas que hacen alusión a la propiedad de animales en cautividad.
Es curioso, uno por uno, caen en la misma trampa, la de la subjetividad. El estudio minucioso de un ser aislado te ciega de toda perspectiva y llegas a deformar la realidad tanto, que hasta resulta esperpéntica.
[R]
Seguimos navegando, corrientes juguetonas nos conducen seguro al espacio etéreo. Aquel en donde una sola fauna, aúlla, ladra, barrita, zurea...en un clamor conjunto para darnos la bienvenida a nuestra querida Ciudad Invisible .
FUNDIR CON JAURÍA DE ANIMALES
Nuestro navío cabalga por la procelosa mar de las ondas hertzianas, pone proa hacia las tierras que alojan a nuestra quimera. Navegamos guiados por el instinto animal que nos dice que estamos cerca de esos espacios en donde los sueños a cumplir, se diluyen en múltiples imágenes difíciles de capturar.
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Hoy nos hemos propuesto viajar a través del espacio-tiempo, para conseguir muestras de cualquier especie, que vague por ese túnel borrascoso. En nuestro anhelo reside la intención de ser capaces de encontrar, la partícula, la sustancia..., al fin y al cabo la esencia común a todos los seres que habitan el mundo tangible como intangible.
Queremos continuar la labor del alquimista, pero en nuestro caso no buscamos la plenitud eterna, sino la fórmula intrínseca en todo lo que tiene vida, para así, indagar, aún más si cabe, en aquello que motiva, que da energía y que alienta a cualquier ser vivo. Y que es a fin de cuentas, la condición última de la utopía.
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Desde las alturas, en este lugar privilegiado en el que tanto me gusta situarme, observo atentamente cómo mis compañeros pescan a todo bicho, que poco temeroso se atreve a acercarse a la armadura de este navío. Una vez capturado, lo someten a una vigilancia constante y exhaustiva. Siempre siguiendo las rigurosas leyes marítimas que hacen alusión a la propiedad de animales en cautividad.
Es curioso, uno por uno, caen en la misma trampa, la de la subjetividad. El estudio minucioso de un ser aislado te ciega de toda perspectiva y llegas a deformar la realidad tanto, que hasta resulta esperpéntica.
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Seguimos navegando, corrientes juguetonas nos conducen seguro al espacio etéreo. Aquel en donde una sola fauna, aúlla, ladra, barrita, zurea...en un clamor conjunto para darnos la bienvenida a nuestra querida Ciudad Invisible .
FUNDIR CON JAURÍA DE ANIMALES
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