CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Surcamos las aguas de la procelosa mar de las ondas hertzianas, iniciamos un nuevo periplo en busca de la utopía. Un viaje, que por sus preparativos hoy se antoja sereno y lleno de claridad. Ponemos rumbo a tierras con una luz especial.
[Ráfaga]
Navegamos sumidos en un canto nostálgico, que añora la tierra firme y el agua dulce. Durante esta jornada vamos hacia atrás en el espacio-tiempo, queremos encontrar el momento exacto en que una cultura se dividió en dos. Y a partir de ahí depositar en la proa, toda la carga de argumentos y sentimientos posibles para que dos pueblos hermanos no se den la espalda.
Atravesamos las aguas estancadas de los prejuicios y de los tópicos, mientras tiramos por la borda cualquier intento de dar marcha atrás en nuestro objetivo. Un fin nada fácil, y es que antes que nosotros, muchos otros ya lo han intentado, y su éxito se puede comprobar en la nueva misión que hoy desempeñamos…
[Ráfaga]
Nos dejamos contagiar por las melodías que provienen de territorios portuarios, nos unimos a ellas en un solo estribillo, compuesto por versos universales, y que nos guían hacia la parte occidental de una península.
Ese lugar debe ser mágico, ya que a veces no aparece en ciertos mapas y por eso en ocasiones nuestras coordenadas son fallidas. Ya nos ocurrió una vez que intentamos desembarcar en un conocido anfiteatro romano y casi naufragamos por no saber que aquellas tierras no tenían playa, ni puerto, ni costa. Y fiarnos de aquel marinero, que presumía de poder pronosticar el tiempo…
[Ráfaga]
Seguimos navegando, aires ibéricos azotan las velas de esta nave, que persigue la quimera.
Conscientes de que con sólo un pequeño esfuerzo, en el que todos rememos para el mismo lado, lograremos por fin abordar ese lugar de encuentro que es nuestra querida Ciudad Invisible.
FUNDIR CON SINTONÍA CON UN FADO
Surcamos las aguas de la procelosa mar de las ondas hertzianas, iniciamos un nuevo periplo en busca de la utopía. Un viaje, que por sus preparativos hoy se antoja sereno y lleno de claridad. Ponemos rumbo a tierras con una luz especial.
[Ráfaga]
Navegamos sumidos en un canto nostálgico, que añora la tierra firme y el agua dulce. Durante esta jornada vamos hacia atrás en el espacio-tiempo, queremos encontrar el momento exacto en que una cultura se dividió en dos. Y a partir de ahí depositar en la proa, toda la carga de argumentos y sentimientos posibles para que dos pueblos hermanos no se den la espalda.
Atravesamos las aguas estancadas de los prejuicios y de los tópicos, mientras tiramos por la borda cualquier intento de dar marcha atrás en nuestro objetivo. Un fin nada fácil, y es que antes que nosotros, muchos otros ya lo han intentado, y su éxito se puede comprobar en la nueva misión que hoy desempeñamos…
[Ráfaga]
Nos dejamos contagiar por las melodías que provienen de territorios portuarios, nos unimos a ellas en un solo estribillo, compuesto por versos universales, y que nos guían hacia la parte occidental de una península.
Ese lugar debe ser mágico, ya que a veces no aparece en ciertos mapas y por eso en ocasiones nuestras coordenadas son fallidas. Ya nos ocurrió una vez que intentamos desembarcar en un conocido anfiteatro romano y casi naufragamos por no saber que aquellas tierras no tenían playa, ni puerto, ni costa. Y fiarnos de aquel marinero, que presumía de poder pronosticar el tiempo…
[Ráfaga]
Seguimos navegando, aires ibéricos azotan las velas de esta nave, que persigue la quimera.
Conscientes de que con sólo un pequeño esfuerzo, en el que todos rememos para el mismo lado, lograremos por fin abordar ese lugar de encuentro que es nuestra querida Ciudad Invisible.
FUNDIR CON SINTONÍA CON UN FADO
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