CUADERNO DE BITÁCORA DE LA CIUDAD INVISIBLE
Seguimos la estela de los navegantes intrépidos, que año tras año han dibujado los posibles caminos que deberían conducir a la utopía. Nuestro curso lo marcan coordenadas en principio imposibles, pero si miramos atrás en el espacio-tiempo, nos daremos cuenta que otros ya las señalaron.
[Ráfaga]
Surcamos las aguas de territorios ya descubiertos, quizás explotados hasta la saciedad en sus virtudes, y abandonados después, debido a esa desmesura. Relegados a los rincones más impenetrables de la memoria, hoy nos proponemos redescubrirlos… Revisar cada uno de esos espacios, para sembrar en ellos nuevos matices y nuevos colores, que sin alterar su esencia, hagan florecer imágenes diferentes a las antiguas. Y de esta manera, conseguir que dichas esferas pinten algo más en nuestro mundo, que influyan de nuevo en él, como parte activa. Porque así, no caerán nunca en el olvido.
[Ráfaga]
Existen leyendas que navegan por la cubierta de este navío, que dicen, que los grandes lobos de mar caídos en combate, sólo morirán, hasta que el último marinero que los recuerde, sucumba a la imparcial guadaña.
Por eso, nosotros nos dejamos empujar por los vientos que luchan a favor del recuerdo. Pero no sólo como un mero homenaje al pasado, sino también, porque aprovechando el impulso de esos aires que azotan nuestras velas, renovamos lo nuevo y desechamos lo malo.
En cada periplo tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, ¿ por qué no hacerlo tomando como ejemplo a los ya reconocidos?. La suma siempre será distinta.
[Ráfaga]
Atravesamos la procelosa mar de las ondas hertzianas, en busca de las hazañas que perviven en el pensamiento común de todos. Gestas que por su grandeza y su recuerdo deben de aparecerse como si de fantasmas provenientes del pasado se tratara, en nuestra querida Ciudad Invisible.
FUNDIR CON SÁBANAS DE FANTASMA
Seguimos la estela de los navegantes intrépidos, que año tras año han dibujado los posibles caminos que deberían conducir a la utopía. Nuestro curso lo marcan coordenadas en principio imposibles, pero si miramos atrás en el espacio-tiempo, nos daremos cuenta que otros ya las señalaron.
[Ráfaga]
Surcamos las aguas de territorios ya descubiertos, quizás explotados hasta la saciedad en sus virtudes, y abandonados después, debido a esa desmesura. Relegados a los rincones más impenetrables de la memoria, hoy nos proponemos redescubrirlos… Revisar cada uno de esos espacios, para sembrar en ellos nuevos matices y nuevos colores, que sin alterar su esencia, hagan florecer imágenes diferentes a las antiguas. Y de esta manera, conseguir que dichas esferas pinten algo más en nuestro mundo, que influyan de nuevo en él, como parte activa. Porque así, no caerán nunca en el olvido.
[Ráfaga]
Existen leyendas que navegan por la cubierta de este navío, que dicen, que los grandes lobos de mar caídos en combate, sólo morirán, hasta que el último marinero que los recuerde, sucumba a la imparcial guadaña.
Por eso, nosotros nos dejamos empujar por los vientos que luchan a favor del recuerdo. Pero no sólo como un mero homenaje al pasado, sino también, porque aprovechando el impulso de esos aires que azotan nuestras velas, renovamos lo nuevo y desechamos lo malo.
En cada periplo tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, ¿ por qué no hacerlo tomando como ejemplo a los ya reconocidos?. La suma siempre será distinta.
[Ráfaga]
Atravesamos la procelosa mar de las ondas hertzianas, en busca de las hazañas que perviven en el pensamiento común de todos. Gestas que por su grandeza y su recuerdo deben de aparecerse como si de fantasmas provenientes del pasado se tratara, en nuestra querida Ciudad Invisible.
FUNDIR CON SÁBANAS DE FANTASMA
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